Reseña por: Jessabel Loyola / Fotos: Claudio Poblete
Estuvimos presentes en la quinta visita de WarCry a nuestro país, la banda española liderada por Víctor García ofreció un caluroso y emotivo espectáculo la noche del sábado 4 de mayo del 2024 en el Centro Cultural Estación Mapocho.
La jornada fue inaugurada por los chilenos Neogénesis.Siendo las 18:30 horas, ya se podían apreciar los sectores del recinto con más del cincuenta porciento de su capacidad. Los músicos Daniel Sandoval, vocalista; Javier Mancilla, tecladista; Ricardo Martínez, guitarrista; Marcelo Oyanadel, bajista; y el baterista, Patricio García, se encargaron de preparar la energía de la multitud con sus interpretaciones dignas de una banda de Power Metal de calidad y estándares internacionales. El profesionalismo y talento de cada integrante se relució en su conjunto, sin duda, la banda porteña denota experiencia y que conocían al público al que se enfrentarían, seleccionando las canciones indicadas para un setlist que incluso provocó nostalgia en la masa, con homenajes a clásicos de la infancia versionados al powermetal, éstos fueron covers a Cachureos y a DragonBall, haciendo especial mención de Akira Toriyama. En los casi 45 minutos de metal chileno, sonaron canciones como: “Desde las cenizas” y “Oscura soledad”, cerrando su show a las 19:12 horas.
Conforme pasaban los minutos, los sectores “Hoy gano yo”, “Contra el viento” y “A por ellos” iban completando su capacidad. A las 20 horas, el ansioso público comenzó a corear el nombre de la banda. Se observaban personas de todas las edades y distintas generaciones, desde niños a adultos, esperando que la banda diera sus primeras señales sobre el escenario.
Finalmente, a las 20:02 minutos comienza la introducción audiovisual para luego dar pie al ingreso de cada integrante a sus posiciones. El público salta al escuchar los primeros acordes de “A por ellos”, a pesar de que la acústica del recinto no se apreciaba como la mas adecuada, esto no fue un factor determinante para que los fanáticos dejaran de disfrutar y corear a todo pulmón las letras que Víctor interpretaba frente a ellos.
El público cantaba tan fuerte y con tanta pasión, que muchas veces el vocalista español se quedaba en silencio y apreciaba las voces de la multitud con cada frase de sus canciones.
A los casi 20 minutos de show, Víctor, quien llevaba muñequeras con la bandera chilena, da su primer discurso y saluda a la audiencia, animándolos a gritar un “C-H-I” y presenta a “Espíritu de amor” como una canción recuperada para esta gira.
Los músicos encargados de los instrumentos de cuerda, Pablo García, guitarra; y Roberto García, bajo, interactuaban entre sí, y animaban al público de ambos laterales a saltar y cantar con más y más energía. Pablo con su carisma, interpretaba los solos de guitarra haciendo muecas de “simplicidad” o “mero trámite”, siempre con un toque de humor, con lo que encantaba a sus fanáticos.
Ya para la octava canción, fue el momento de lucir los teclados de Santi Novoa, quien, en solitario e iluminado por luces rojas, introdujo las primeras y bellas notas de “Ardo por dentro”
Al cumplirse una hora desde el inicio del concierto, el baterista Rafael Yugueros junto a Pablo García, ofrecieron un “Show de medio tiempo” tocando grandes éxitos del heavy metal y llamando al público a corear canciones (A cambio de un punto para Gryffindor, referencia a Harry Potter) como “Paranoid”, “Iron Man”, “Crazy Train”, “Wasted Years”, “Painkiller” y “Highway to Hell”. Este show duró aproximadamente cinco minutos, al finalizar, vuelve toda la banda al escenario, y Santi protagoniza un icónico y cómico momento, al desabrochar su camisa en el front, demostrando que el heavy metal está en su sangre y esencia, luego retoman el concierto con la canción “Cielo e infierno”.
Víctor retoma los discursos al público para presentar “Un poco de fe”, en aquellos hace mención al tiempo que tardaron en volver, recuerda la pandemia y los rumores de que el mundo no volvería a ser igual que antes y que les emocionó volver a los escenarios después de no haber podido presentarse en vivo, ya que el público les provoca un sentimiento único al estar ellos ahí en las tablas. También que a pesar de que la multitud tenga la ventaja numérica, dicha cantidad “no es nada” si no cantan con ganas y fuerzas “Quiero oírte”.
A la hora y media de concierto toman un leve descanso, el cual interrumpen al volver con un medley de las infaltables “Luz del norte”, “Alejandro” y “Señor”. Continúan con “Condenado”, “Huelo el miedo” y “Capitán Lawrence”.
Víctor comienza a despedirse y dice “Nos veremos bastante pronto, hoy quizá nos vayamos, pero Chile sabéis que siempre, siempre, siempre ¡volveremos!” para comenzar la introducción de “Tú mismo” a cappella. Termina con “Solo sé”, y se toman el último descanso previo al Encore.
Cinco minutos fuera, y se escucha la introducción de “La maldición del templario”, relato que fue seguido a viva voz de los fanáticos, terminando con un gran grito masivo de la frase “…Y maldice al Papa y al Rey”, siguieron con “La vida en un beso” y “El guardián de Troya”. Finalmente, la banda da su último discurso de despedida “Los finales no tienen por qué ser tristes, solo son el comienzo de un nuevo capítulo” dice Víctor, agradece el apoyo y la energía al público, y aprovecha de decir a todo Santiago, en nombre de Neogénesis y de ellos ¡“Hoy gano yo”! canción con la que cierran su espectáculo.
Las productoras El Juglar y Xpansion, a través de su alianza, lograron que se cumplieran todas las condiciones adecuadas para un show de excelente calidad, tanto para la banda en el escenario, como para la audiencia en sus distintas ubicaciones, destacable organización y seguridad, el concierto finalizó solo con sonrisas en las caras de los participantes.
WarCry una vez mas demuestra que sus canciones llegan a los corazones de sus fanáticos, que tienen letras para cada momento de su vida, y que la calidad musical con la que se presentan es totalmente proporcional a la gran masividad de oyentes que atraen en cada una de sus visitas.
