Por Fernanda Schell
Mafalda es un grupo español de rock político, con sus nueve integrantes, mezclan distintos estilos, entre ellos el ska, rock, funk y hardcore. Durante toda su trayectoria expresan un fuerte mensaje social y contestatario. En el último tiempo lanzaron “La Plaza”, segundo single con la colaboración de Pedro Pastor de “No Te Va A Gustar”, esto es parte de “A 10 Minutos”, junto a “La Duda”, temas que abordan temas de la contingencia política mundial, incluyendo el estallido social de 2019 en nuestro país.
El grupo, en 2019, en su viaje por América, coincidió con Pedro Pastor para recorrer juntos Santiago de Chile y Buenos Aires, en busca de justicia y dignidad. A la vuelta dieron vida a “La Plaza”, un canto a la rabia contenida, a la lucha de todo un pueblo, con un mensaje que atraviesa el mundo. Esta canción se desarrollan temas como el neoliberalismo programado, la lucha de las mujeres por sus vidas, el decidir sobre los vientres gestantes, la depresión y de la violencia asesina de un sistema.
Acerca de esto, conversamos con una de sus vocalistas, Vera, respecto a sus lanzamientos proyectos, actualidad mundial y su trayectoria musical.
Ya son 10 años de trayectoria. ¿Cómo evalúan esta trayectoria?
V: “Nos sentimos verdaderamente afortunadas por haber podido estar 10 años haciendo música. Conocimos personas maravillosas, experimentamos todo lo que hemos querido y más, hemos vivido experiencias únicas e irrepetibles, cosas que solo te proporciona la música. Es mágico ver cómo la gente sigue queriendo escucharte después de diez años, te motiva a seguir”.
Con la pandemia, la cancelación de planes. ¿Cómo han vivido esta situación? ¿Qué planes tenían como banda?
V: “No vamos a engañarnos, lo hemos vivido mal. Teníamos planes de girar todo el verano, como cada año y en junio nos disponíamos a viajar a México por primera vez. Queríamos volver a Chile, muchas cosas queríamos hacer, pero nos quedamos sin ellas y tuvimos que adaptarnos, como el resto de la humanidad, vaya. Lo cierto es que hacer conciertos es un chute de energía y motivación esencial para cualquier banda, la convivencia en la carretera, la complicidad, la pandemia nos ha mantenido más separades de lo que nos habría gustado y eso tiene repercusiones en todas las personas, como es natural. Pero estamos recuperándonos, componiendo con ilusión y mirando con perspectiva todo, hemos podido componer un disco así que finalmente, ¡2020 se nos reubicó y como resultado ahora tenemos un disco para grabar!”.
Como agrupación. ¿Siente que esta pandemia los impulsó para crear música?
V: “Como venía comentando, el estar separadas en casa ha producido que algunas personas de la banda, con todo el tiempo libre que se tuvo durante el confinamiento de marzo, abril, etc. Compusieran varios temas. Han sido momentos de máxima introspección y esto ha facilitado tener tiempo para uno mismo y para la música, en algunos casos”.
¿Qué recuerdos y experiencias les trae Chile y Argentina?
V: “Argentina y Chile han marcado un antes y un después para Mafalda. Personalmente lo guardo como una de las experiencias más maravillosas que he vivido jamás, me hace sentir muy afortunada pensar en que logramos que nuestra música sonase y poder ir a hacerla sonar allí. Los recuerdos que me traen y creo que a toda la banda le pasa parecido, son inolvidables”.
Tras su experiencia en Chile. ¿Cuál fue su visión del estallido social y el plebiscito para el cambio de constitución?
V: “Una de las cosas que percibimos es toda la manipulación que hacen los medios de comunicación acerca de los movimientos sociales y por tanto la urgente necesidad de transmitir y difundir las cosas por vías alternativas. No es ninguna novedad, pero verlo de primera (o segunda) mano hace que se haga más real. La criminalización de la protesta social es el caballo de Troya por el que entra en la sociedad el miedo al cambio, el miedo a la gente que protesta, cosa que perpetúa el continuismo e inmovilismo. La gente que vimos luchando en la Plaza de la Dignidad eran personas de todas las edades, géneros, clases. No eran cuatro jóvenes creando el caos. Eran personas organizadas con las ideas claras y muy, muy respetuosas con las realidades que convivían allí y con sus principios. En Santiago de Chile el régimen pinochetista seguía (y sigue) muy presente. Estamos contentísimas de haber visto que este año se ha conseguido una de las cosas que se lleva pidiendo tantos años, el plebiscito para el cambio de constitución (que además será la primera en el mundo con paridad. Menudo notición). Sabemos que aún queda muchísima reparación por hacer y estructuras que cambiar. Son ejemplo. Aguante Chile!”.
En los últimos años se ha presentado un proceso social a nivel latinoamericano y en muchos países de Europa. ¿Cómo ustedes han visto que sus letras van cobrando sentido, han visto que las mismas letras que escribieron al principio siguen siendo vigentes hoy en día?
V: “Lamentablemente muchas de las letras que compusimos hace años acerca de protestas sociales o luchas, siguen vigentes porque los cambios que se han producido todavía no son suficientes. Dudo que lleguemos a verlos del todo, estamos viviendo un proceso histórico en el que se comienzan a tambalear muchas de las cosas que dábamos por sentadas y estamos contribuyendo, de una manera atómica, al cambio que se va construyendo en el global. Pero como todos los cambios, van poco a poco y solo cuando pasa tiempo puedes verlos claramente, en retrospectiva. Por tanto, en mi opinión, algunas de las letras no acaban de caducar nunca porque siempre habrá una lectura que alguien podrá hacerle que aún se aplica a la realidad actual”.
10 minutos es su nueva producción. ¿Cómo fue el proceso de composición y producción de este?
V: “Ha sido un poco complicada ya que la pandemia se ha puesto de por medio, aun así, satisfactoria, porque es fruto de cosas que vivimos tanto en 2019 como en 2020. Una manera de expresar lo que necesitábamos, como siempre que creamos música. También de sentirnos unides, tanto a la propia banda como a las colaboraciones con las que hemos tenido el placer de contar. Hemos experimentado con sonidos que no son los típicos con los que solemos experimentar y nos ha encantado el resultado”.
Como banda. ¿Qué quisieron expresar a través de estos temas?
V: “En “la duda”, queríamos expresar lo que nos causa dudar, algo que hacemos todas las personas. La incertidumbre (del 2020 y de toda la vida en general), la angustia que puede generar, pero a la vez la necesidad de aceptarla como proceso de cambio. También, creo que es algo bastante personal, la lectura que hagas de lo que significa dudar para ti. A veces bien, a veces mal. Cabe todo lo que a alguien le haga sentir al escucharla.
“La plaza”, por su lado, habla de lo que vivimos y sentimos en nuestro viaje a Argentina y Chile. De un estallido social, de una alegría, a su vez llena de rabia, que se contagiaba, de personas despertando. Es un homenaje a aquel viaje, a aquellas personas que, como digo, serán siempre inolvidables para la banda”.
Dentro de su música está presente el tema del feminismo. ¿Cómo ven la evolución de este en los países?
V: “En general considero que el feminismo solo hace que avanzar. En todos los países. No existe país donde no haya un movimiento feminista que se hace fuerte cada día que pasa. Más unión, más visibilidad, aunque todavía quede camino, ya no nos paran. Aun así, veo cosas que no se están haciendo bien. En algunos feminismos se empeñan en no incluir a nuestras compañeras las mujeres trans y esto creo que es un retroceso enorme como movimiento. La autocrítica es necesaria para seguir avanzando, hagámosla juntas”.
Durante todo este tiempo la cultura ha estado complicada porque no se realizan conciertos, obras de teatro, entre otros. ¿Cuál es su postura frente a esto?
V: “La cultura siempre ha sido una gran olvidada para la sociedad. Cierto es que el ocio que conocemos forma parte del sistema capitalista, pero no es lo mismo ocio que cultura. No es lo mismo que abran un centro comercial (algo que lleva abierto prácticamente toda la pandemia) que abran una sala de conciertos para 60 personas o 30, las que sean. Se están olvidando de la cultura y la están condenando al ostracismo por falta de apoyos. Si la cultura ya estaba utilizada, ¿Cómo esperan que esté cuando todo esto acabe y las únicas personas que hayan podido permitirse seguir trabajando en ella (prácticamente gratis) sean las que puedan continuar haciéndola? No debería ser un lujo, no debería ser un privilegio. Es sociedad y es necesaria para el alma de un pueblo. Entendemos que la situación es difícil pero aquí el problema, creemos, son las prioridades. Hay sectores que también están viéndose afectados de la misma forma o peor y al final es un reflejo de lo que ya ocurría antes: ¿cuánta importancia se les daba antes de que todo esto explotase?”.
¿Qué planes tienen para Mafalda?
V: “Nuestro plan es, primero, sobrevivir. Segundo, cuidarnos, tercero, acabar de componer el disco que ya está casi casi terminado, comenzar a grabarlo y sacarlo este año, aún no sabemos fecha. Ojalá acabe esto pronto y pisar los escenarios de nuevo como antes, cuando sea posible hacerlo sin poner en riesgo a nadie”.