Una jornada muy esperada, en una noche caliente de metal oscuro. Eso era lo que aguardaba este viernes 23 de febrero en Sala Metrónomo, donde el regreso de Rotting Christ a Chile causaba gran expectación. De hecho, el lugar cobijaba a bastante gente desde temprano, dándole a Sikario la posibilidad de comenzar de excelente manera su show de apertura.
Sikario celebra ya 15 años de vida, y en base a su calidad y experiencia dieron comienzo a su presentación con una descarga brutal en donde los riffs, el doble bombo asesino y la voz bestial hicieron retumbar cada cabeza presente. “Evil Glass” y “Rotten Head” fueron las escogidas para el inicio, luego de lo cual saludan y reciben una calurosa recepción. “Mother Wake Up” fue la siguiente, con tremendos blastbeats que fueron disfrutados de la mejor manera. “Strange And Unpleasant” fue presentada como la versión más death metal de la banda, homenajeando a Cannibal Corpse. El público los sigue y apoya con las manos en alto en una muestra de goce y respeto.
Hacia la tanda final, “Odio Engendrado”, tema en español editado hace muy poco tiempo, nos lleva al grindcore directo, en un tema breve e intenso hasta el final. “Judgement In The Purgatory” nos muestra un lado más black de Sikario, con lo que dejan en claro la diversidad con que se mueven en sus composiciones, dejando el sello final con “Disavowal”, una excelente canción, hecha para cabecear pero muy dinámica en sus secciones. Un gran cierre para un gran show de inicio. Muy bien por Sikario.
Así, la hora tan esperada arribó, y ante una Sala Metrónomo completamente llena y eufórica, Themis Tolis se posiciona en el sillín de su batería y la experimentada banda griega toma ubicación e inician el culto con la oscura “Χ Ξ Σ – 666”, formando un ambiente de comunión y blasfemia sobrecogedor. El ambiente se enciende desde un principio, y “P’unchaw Kachun – Tuta Kachun” también del disco “Κata Τon Daimona Εaytoy” de 2013, termina de confirmar la sensación prendiendo a todos. “Demonon Vrosis” tiene una onda infernalmente contagiosa, gracias a su ritmo y sus melodías de guitarra, magistralmente llevadas a cabo por un tremendo Kostis Foukarakis, quien toda la noche nos regalará sus ataques infernales y solos de guitar hero. A su vez, Kostas “Spades” Heliotis fue una auténtica fuerza demoledora con su bajo, imparable, con un headbanging incansable y apoyo en voces que fueron columna vertebral del show. Y el corazón del conjunto, los hermanos Tolis, llevaron siempre la batuta, con Themis desplegando una potencia inclemente en la batería, y Sakis cantando con el alma y liderando el buque en cada nota, mientras disparan temas como “Κata Τon Daimona Εaytoy” y “Apage Satana”.
El concierto se mantiene como una verdadera misa oscura, y la comunión de almas no se detiene, aumentando la intensidad de la banda y los presentes en cada momento que pasa. Y no es sólo la oscuridad lo que lleva el show, sino también los toques progresivos que saborizan cada sección. Desde la épica “In The Name Of God” hasta el vértigo de “Archon”, pasando por la nueva “Pix Lax Dax”, aún no editada y muy bien recibida, y la clásica “King Of A Stellar War”. “Non Serviam” enciende la atmósfera, dejando todo listo para el descontrol en “Societas Satanas”, cover de sus compatriotas Thou Art Lord. “In Yumen-Xibalba” nos desciende hasta el averno, para volver en gloria y majestad con “Grandis Spiritus Diavolos”, coreada por todo el recinto, con la banda tocando encima de la gente y un clímax único. Notable.
El show va cerrando con “The Raven” y “Noctis Era”, para que Sakis pregunte “¿Quereis otras dos?” y una apabullante respuesta positiva. El mazazo de “The Sign OF Evil Existence” estaba destinado a derrumbar los muros, dejando los ánimos en el cielo para la epicidad y groove de “Fgmenth, Thy Gift”. El cierre de la jornada no pudo ser más emotivo, con todos los protagonistas entregados al máximo dentro de una Sala Metrónomo que exudaba calor y blasfemia en forma de emoción y alegría, en una catarsis esperada por muchos años. La cercanía de la banda pudo confirmarse con un “meet and greet” en la calle, donde los músicos retribuyeron el cariño del público en una noche redonda, que no se olvidará en bastante tiempo.
