Si alguna vez has pasado más de cinco minutos en una conversación sobre metal, lo más seguro es que en algún punto habrás escuchado la palabra “poser”. Puede que te la hayan lanzado como un insulto, que la hayas usado para despreciar a una banda o que simplemente te hayas preguntado en qué momento este género se convirtió en un tribunal inquisidor de autenticidad. Pero, ¿de dónde viene este término? ¿Por qué parece tan importante para los fans del metal? ¿Y cómo es que muchas bandas que alguna vez fueron tildadas de “posers” hoy son consideradas leyendas?
Ajusta tu chaqueta de cuero, vuelve a pegar los parches y acompáñame en este viaje por la historia, el ego y la paradoja más grande del metal.
Para contextualizar, hay que comenzar por los orígenes de su semántica. La palabra “poser” proviene del inglés “poseur”, un término de raíz francesa que significa “alguien que finge ser algo que no es”. Esta palabra en los años 70 y 80, ya se usaba entre las subculturas como el punk y el skate para señalar a quienes parecían más preocupados de la estética, la “facha” y su pose, que del espíritu real del movimiento y su identidad. Pero fue en la escena metalera donde alcanzó un valor más significativo como expresión.
En los 80 especialmente, en donde el metal experimentó un crecimiento explosivo. Bandas como Iron Maiden, Judas Priest y Black Sabbath habían sentado las bases del género, pero con la llegada de cadenas como la MTV y el boom del hair metal, el metal se volvió más accesible y comercial, además de popular e incluso ser una moda en el mundo del diseño. De repente, chicos con maquillaje, spandex y videoclips cargados de laca y efectos especiales se apoderaban de las pantallas y el cine. Para los fans más puristas, estos nuevos exponentes eran simplemente impostores, posers que diluían la esencia del metal en favor del dinero y la fama, así fue como nació el estigma, el juicio del “poser” y la supremacía del “true” . Por supuesto en este mundo polarizado y de fuerzas antagónicas, si están los posers, entonces también debían existir los true, que vienen a ser los que mantenían viva la esencia real del metal, ortodoxos del under. Este concepto comenzó a afianzarse especialmente en el black metal noruego de los 90, donde bandas como Mayhem y Darkthrone hicieron de la autenticidad un dogma casi religioso. Uno d elos ejemplos claros de llevar lo trve a un nivel eztremo, son las fotografías tomadas por el guitarrista Euronymous, tras descubrir el cuerpo sin vida de su compañero, Pelle, de la banda Mayhem, una de las fotos fue la portada del famoso álbum, Dawn of the Black Hearts. Para estos músicos, el metal debía ser oscuro, extremo y sin concesiones. Cualquier sonido pulido, cualquier intento de alcanzar una audiencia masiva o incluso cualquier banda que vendiera demasiadas poleras era automáticamente sospechosa de ser poser.
Este pensamiento se radicalizó al punto de que incluso dentro del metal más extremo surgieron disputas sobre quién era más true que quién. Si usabas una guitarra con demasiada producción, eras poser. Si tu disco sonaba muy bien grabado, eras poser. Si tenías un video musical con más de tres luces, eras poser. En un giro tragicómico, esta obsesión con la autenticidad llevó a la propia escena a convertirse en una caricatura de sí misma.
La historia del metal está repleta de bandas que fueron acusadas de ser posers en su momento, solo para ser elevadas al estatus de dioses años después. Aquí algunos ejemplos épicos:
Metallica: En los 80 eran los reyes del thrash, pero cuando lanzaron el Black Album (1991) y se cortaron el pelo, los fanáticos más radicales gritaron “¡Posers!”, sin piedad. Hoy, son una de las bandas más grandes del mundo y aquellos discos, hoy se posicionan dentro de las joyas de los 2000.
Slipknot: A finales de los 90, los puristas del metal los veían como payasos con máscaras y los llamaban nu metal posers. Ahora, nadie niega su influencia.
Ghost: Con su estética teatral y sonido más melódico, muchos los consideran “demasiado pop para ser metal”. Mientras tanto, llenan estadios y son una de las bandas más originales del siglo XXI.
Korn: La aparición en la escena de esta banda que traía un mezcla de sonoridades completamente diferentes a lo que se acostumbraba con una indumentaria, posicionando a una marca como Adidas. Hasta el día de hoy es considerada una de las bandas pioneras y emblemáticas del nü metal, siendo tendencia en Spotify y agotando tickets.
Pantera: Antes de ser los dueños del groove metal, tenían una etapa glam que los metaleros prefieren olvidar. Cuando cambiaron su sonido con Cowboys from Hell, fueron acusados de oportunistas. Ahora son leyendas.
Curiosamente, estas bandas hicieron lo que fue realmente evolucionar sin miedo al qué dirán y llevar el metal a nuevas generaciones. Cabe mencionar que el ser humano por su naturaleza, tiende a cuestionarse lo nuevo y lo desconocido.
A estas alturas, el concepto de poser ha perdido tanto sentido que su uso se ha vuelto más un chiste interno que un insulto real, Memes, TikToks y sucesos cómicos lo demuestran. La ironía máxima es que aquellos que más gritan sobre la autenticidad del metal suelen ser los que menos contribuyen a su crecimiento, como los que critican el crecimiento de la escena, quienes no pagan las entradas a las tokatas, regatean precios, etc. Si el metal se hubiera quedado en una burbuja de purismo absoluto, probablemente seguiría siendo un nicho minúsculo y nunca habría alcanzado la relevancia cultural que tiene hoy. La evolución es inevitable, y la historia ha demostrado que las bandas más innovadoras siempre han sido criticadas por los guardianes del “verdadero metal”, solo para ser veneradas con el tiempo. Entonces, la próxima vez que alguien te llame poser, pregúntate, ¿realmente importa? Si amas la música, si sientes la energía de un riff aplastante, si te emocionas en un concierto y si el metal es parte de tu vida, ¿quién tiene el derecho de decirte que no eres lo suficientemente true?
El metal no es un club exclusivo. Es un espacio para los que se identifican con sus sonidos y letras, y sin lugar a dudas es un refugio para los que desean gritarle al mundo, cantar su frustraciones, infortunios, descontentos y rabia. Así que ponte tu polera de la banda que quieras, sube el volumen y recuerda, los posers de ayer son los titanes del ahora.
