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¿Por qué no debemos perdernos a Kiss en Chile?

La banda se presenta el 19 y el 20 de abril en el Movistar Arena.

Por Freddy Véliz

No podemos negar la importancia de Kiss en la historia del rock mundial, independiente de si te gusta o no su propuesta. La banda que en 1973 fundara el bajista Gene Simmons junto a su amigo y compañero en Wicked Lester, Paul Stanley, captó la atención del mundo debido a la estrategia de Gene al proponer un espectáculo que fuese más allá de solo la música. 

David Bowie, Arthur Brown o Vincent Furnier (Alice Cooper), impactaron al mundo a fines de los sesenta y comienzos de los setenta, con sus pinturas faciales creando una puesta en escena de altos niveles de extravagancia y teatralidad. Kiss no se quedó atrás y llevó esas características a extremos máximos, incorporando al maquillaje, todo un imaginario de personajes definidos y shows pirotécnicos que los convirtieron en estrellas cuyas presentaciones todo el mundo quería ver en vivo.

Kiss, adoptando un sonido inspirado directamente en el rock and roll y el hard rock que era tendencia en la época, se fueron construyendo un camino no exento de críticas por parte de prensa especializada, quienes los tildaban como burdos o payasos. El público entendió lo contrario y The Demon, Starchild, Catman y Spaceman se convertían en personajes admirados y de culto. 

El conjunto no estuvo exento de problemas al comienzo, sin conocer  el éxito comercial hasta el lanzamiento de su primer en vivo ‘Alive!’ de 1975, álbum que los catapultó a la fama mundial y dio esperanzas a un futuro que no veían prometedor debido a las bajas ventas de sus primeros tres discos de estudio. Así se comenzaba a cimentar una historia que marcó a generaciones de fanáticos que se inspiraron en sus grandilocuentes shows en vivo, muchos niños se maravillaban con sus personajes, el impacto que causaba la pirotecnia, los trajes, la icónica presencia de Gene Simmons como el demonio que escupía sangre y mostraba su larga lengua (todo un símbolo de su personaje); Paul Stanley en el frente maquillado con una gran estrella en su ojo derecho bajo una imagen andrógina y que se elevaba por los aires; Peter Criss hacía lo suyo tras una portentosa batería desde donde brillaba como un músico de alto impacto y Ace Frehley jugando el papel del guitarrista venido del espacio y que literalmente le sacaba llamas a su instrumento.

Todo lo que generaba Kiss dentro y fuera del escenario fue construyendo un imaginario que los llevó a crear historietas, películas y un sinfín de estrategias de marketing que lograron sumar fanáticos por todo el mundo e influenciar a toda una camada de músicos posteriores. La banda en los ochenta dejaría el maquillaje, un hecho que no convencía del todo, ya que les restó ese aura de misterio que envolvía su propuesta y que sin lugar a dudas, fue de vital importancia en su éxito. Esta decisión les duró algo más de una década, retomando los disfraces a mediados de la década de los noventa para seguir escribiendo la historia hasta nuestros días.

La legendaria banda ha registrado himnos que están impregnados en al menos cuatro generaciones de rockeros: “Deuce”, “Love Gun”, “Detroit Rock City”, “Hotter Than Hell” o “Rock and Roll All Nite” son solo un pequeño ejemplo de una larga lista de éxitos que los tienen encumbrados como una de las agrupaciones más importantes de la historia del rock. 

¿Quién no se encantó con Kiss en su adolescencia o niñez y definió su gusto por el rock? Por eso es una banda que llamaríamos iniciática, porque logra llegar a un rango etario transversal, con especial énfasis en niños y adolescentes quienes, gracias a sus canciones e imagen que proyectan, son atrapados y encaminados a seguir el mundo del rock and roll.

Nadie puede hacer caso omiso de todo lo que Kiss hizo por el mundo del espectáculo, cambiando la forma de ver la música en vivo y como marcó a toda la camada del glam metal que irrumpió en los ochenta, o los espectáculos en vivo de bandas como Slipknot o Rammstein por dar un par de ejemplos. Incluso bandas de índole más extrema dentro del metal han confesado que sus primeros pasos los dieron gracias a los liderados por la dupla Simmons-Stanley.

Podríamos escribir cientos de historias que se van degranando de músicos influenciados directa o indirectamente de Kiss, faltarían hojas para escribir en detalle los mitos y verdades de cada uno de sus integrantes. Una agrupación que simboliza el mundo del show bussiness en su máxima expresión, y que vive el último tramo de su larga historia que ya suma 49 años.

Kiss se despide, esta vez ciertamente de forma definitiva, de los escenarios, y Chile fue escogido como una de sus paradas. La banda agotó rápidamente su show previsto para el 2020, que por razones obvias relativas a la pandemia, debió postergarse, y ahora estamos ad portas de recibirlos como se merecen, con un show extra, agendado en las últimas semanas cuyas entradas están casi agotadas. 

¿Querías lo mejor? tendrás lo mejor!! Te esperamos en Movistar Arena este 19 y 20 de abril.

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