Internacional
Obituary: La noche en que las puertas del averno se abrieron en Santiago
El año 2007 fue el primer año que la banda piso suelo chileno, desde ahí nos ha visitado en más ocasiones, y en esta oportunidad volvieron para nuevamente volarnos la cabeza con su death metal.
Por Dianne Salinas – fotos: Miguel Fuentes (The fanlab)
El Teatro Cariola se ha vuelto una de las sedes importantes para recibir al rock y al metal, nacional e internacional, y esta noche es una más de aquellas, donde la mezcla de la música arrolladora, y los decibeles altísimos, es la mejor.
Y un 1ero de octubre, mejor aún, donde ya podemos estar sin mascarillas y sin pases de movilidad, así que los chascones y los de poleras negras, nos reunimos a celebrar escuchando death metal puro en vivo junto a unas cervezas frías.
Más puntuales imposible, la apertura de puertas del teatro fue a las 17:30, y Homicide era la primera banda nacional que le daría la bienvenida a un público expectante.
A las 18 horas ya se encontraban sonando a todo cañón y poco a poco los asistentes empezaron a reunirse. Los gritos de apoyo a esta gran banda se escucharon de inmediato, puesto que la trayectoria de Homicide ha sido notable, y con un vocalista actual como Alejandro que siempre con su guturales arrasa con todo.
Una hora para el plato de entrada, que, aunque no vino con mosh, si tuvieron al respetable prendido en toda su presentación, que fue impecable, con solos de guitarra, bromas con el público y guturales a mas no poder, totalmente arrollador.
Rápidamente los chicos de organización se movieron para preparar el escenario a la próxima banda, y fue el turno de Dorso, quienes siguiendo el timming a cabalidad comenzaron a las 19:15 para llenar de ruido una sala que ya estaba casi completamente llena.
Dorso, es una banda queridísima por la mayoría del pueblo metalero chileno, ya con 40 años entregando su música tan característica y con su encanto notable que siempre pone de fiesta a quien los escuche. Para esta noche no fue distinto, porque al comenzar con su clásico Deadly Pajarraco hicieron que de inmediato todos se desordenaran con unos muy buenos mosh pit.
Recorriendo los clásicos de siempre, que a todos nos gustan, Pera Cuadra, Fran Muñoz, Álvaro Soms y Gamal Eltit, hicieron lo que saben hacer mejor, dar rock, terror y fiesta.
No podían faltar además unas palabras recordando el apoyo al metal nacional, y tampoco podía faltar el jugueteo con el público que sigue a esta banda, quienes pedían a gritos distintos temas para seguir con el ‘gore and roll’.
Una hora y un poco más de buenos solos de guitarra, batería y bajo con un sonido de gran nivel, fue la presentación de Dorso, acercándonos más al terror y oscuridad que traía la jornada, pero también mucho calor y sed, porque la alta asistencia en el teatro ya estaba haciendo su trabajo.
Unos minutos para recargar baterías y ya sonaba música envasada que todos cantamos mirando el escenario, ya era la hora de quien nos convocaba, Obituary con su death metal oscuro.
Siendo las 21 horas, los norteamericanos pusieron pie en el escenario, para ponernos la piel de gallina con tamaña brutalidad al demostrar una vez más porque son unos monstruos del metal.
El tema elegido para calentar el ambiente fue Redneck Stomp, un tema instrumental que, hay que decirlo, nos volvió locos a todos de inmediato. John Tardy aparece para continuar con Sentence Day y animar aún más al público que esperaba con ansias este momento de la noche.
En Vision in my Head, el cuarto tema del repertorio, dejó tanto descontrol que uno de los fanáticos se pasó la barricada y logró llegar al escenario, saltándose la seguridad y luego se lanzó hasta el público, haciendo un buen stage divine, dejando otro recuerdo para la noche memorable que nos entregaba la banda.
En un momento de la noche, cuando John Tardy ya mostraba su emoción de volver a visitarnos, y ver tan lindo publico aclamándolos, recibió una gran bandera chilena, con Obituary escrita sobre ella, ahí se posó la cercanía e intimidad con su público, transformando un emotivo instante que abrazamos mutuamente.
La noche pasó rápido y uno a uno los temas siguientes dejaban más y más prendido a los asistentes, con gritos, aplausos y grandes mosh que marcaron la jornada.
Respecto al sonido, sabemos que el Teatro Cariola no se caracteriza por tener la mejor acústica pero los profesionales tras las mesas lograron que la presentación mostrara todas las técnicas y se definieran a los integrantes con sus instrumentos por lo que son cada uno, bombas demoledoras.
Cuando la agrupación terminó la primera parte del show, unos marcados olé olé olé Obituary, se hicieron presentes hasta que la banda salió nuevamente para dar el toque final que no imaginábamos, llegaría pronto.
Un clásico de clásicos para poner el broche de oro fue Slowly we rot que cerró con bombos y platillos, literalmente, una noche ruidosa llena de riff de alto calibre y demostrándonos una vez más que Obituary es de las bandas más importantes del death metal, un pilar brutal y poderoso que deja más que unos cuantos cuellos rotos con los necesarios headbanding.
Impecable presentación que solo duró una hora, nos dejó contentos pero con gusto a poco, porque nunca es demasiado Obituary para quienes los seguimos.
Set List
- Redneck Stomp
- Sentence Day
- A Lesson in Vengeance
- Visions in my Head
- A Dying World
- Find the Arise
- Dying
- Don’t Care
- Threatening Skies
- By the Light
- Chopped in Half
- Turned Inside Out
- Deadly Intentions
- I´m in Pain
- Slowly We Rot