Nota: Freddy Véliz
Luego de dieciséis años, la banda argentina Memphis La Blusera, se reencontró con el público chileno, en un abarrotado Club Chocolate, en el corazón del Barrio Bellavista. El conjunto liderado por Daniel “Ruso” Beiserman, bajista, fundador, y co-autor del catálogo completo de la agrupación, ofreció un concierto donde puso lo mejor de su carrera ante un público receptivo, que desde el comienzo acompañó con palmas, bailes y coros a estas eminencias del blues porteño, cuya carrera se encumbra por sobre las cuatro décadas.
Nueve músicos sobre el escenario, demostraron el por qué la banda está considerada como un referente del blues en español, no solo en Argentina, su país de origen, sino que a nivel latinoamericano. Adoptaron un estilo propio, donde confluye el rock, el blues, el jazz, con resultados repletos de groove, sentimiento, y letras que nos cuentan historias, muchas veces dramáticas, pero adornadas con un humor que las complementa, y que invita a cantarlas con fuerza, tal como se vivió esta noche de jueves, desde la partida con “No se detiene”, seguida inmediatamente con “Loco por tu amor” e invitarnos a mover nuestros cuerpos con la contagiosa “Lo mismo boogie”.
Además de la gran calidad del sonido de los vientos, el teclado, batería y cuerdas, destacamos la empatía e impronta de Martin Luka, antiguo fan de la banda que tuvo la responsabilidad de ponerse en los zapatos del fallecido cantante Adrian Otero, y lo hace de forma convincente, con personalidad propia, sin caer en la imitación de su antecesor, sino que con una voz ronca y aguardentosa se adueña del escenario, como si siempre hubiese sido parte del conjunto, retoma las canciones con fuerza interpretativa, nutriéndolas además, de nuevos aires. Sin dudas un gran acierto para esta nueva era del conjunto, que a pesar de las intermitencias, se mantienen en total vigencia. No podemos olvidar tampoco el desempeño del nuevo tecladista, que debutaba en vivo y se llevó los elogiosos aplausos del público por su performance impregnada de alma blusera.
Con “Nunca tuve tanto Blues” y “La Bifurcada” dos de las canciones más populares, que en Chile fueron y son ampliamente difundidas por una importante radioemisora, son las que el público ovaciona y canta con más fuerza, pero no nos engañemos, porque cada uno de los tracks incluidos en el set, fueron coreadas por gran parte de los asistentes. Los argentinos armaron una verdadera fiesta alrededor del blues y el rock and roll que profesan, fiesta que se vio brevemente interrumpida por un altercado entre dos asistentes, que iniciaron una pelea, siendo rápidamente separados, Luka llamó a la calma y con la frase “La Música sana y el blues cicatriza”, nos invita a seguir pasándolo bien, mientras retoman la introducción de “Tonto Rompecabezas” que había sido detenida al momento de la inesperada riña. Felizmente el problema no pasó a mayores, y pudimos seguir disfrutando de la excelsa velada que nos ofrecía la agrupación trasandina.
Memphis La Blusera, con la actual formación, se reinventa y da continuidad a un legado inmenso a la música popular latinoamericana en general, porque a pesar del origen norteamericano del blues, este a lo largo de la historia salió de esas fronteras para llegar a todos los rincones del mundo, adaptándose a la identidad de cada pueblo, y la blusera ha sabido llevarlo a cabo construyendo su propia historia, una que los tiene cumpliendo 45 años en la ruta, girando y expandiendo el blues. En Chile los recibimos con los brazos abiertos, y el cariño por la banda quedó de manifiesto en cada minuto de concierto, que terminó con una gran ovación, donde el público pedía una más con ahínco, gritos que fueron en vano, porque la banda no volvió, y debimos resignarnos a que el final de este gran reencuentro había llegado, pero nos quedamos con el alma llena de música sanadora, como solo el blues lo puede lograr.
Fotos: @crisrock_photography