Conciertos

Live Review | VENOM + NERVOSA + DEKAPITED : Un paseo por el infierno

21 de octubre 2017 | Club Blondie

Nota: Freddy Veliz | Fotos: Manuel Cabezas – Zerovarius.CL

 

A ocho años de su debut en nuestro país, el legendario trío británico VENOM regresó para llevarnos por un recorrido a través de sus 38 años de carrera. Pioneros del metal extremo, liderados por Cronos, bajista y vocalista fundador, referentes indiscutidos en el origen del thrash y el black metal desde el reducto de la creciente New Wave Of British Heavy Metal que se gestaba a comienzos de la década del 80’. Con una formación que completan el guitarrista Stuart “La Rage” Dixon y el baterista Danny “Dante” Needham, la misma con la que nos visitaron el 2009, VENOM congregó a su legión de seguidores en el Teatro Teletón.

La jornada fue complementada con la furia de los nacionales DEKAPITED y el regreso del trío brasileño de chicas, NERVOSA. Poderosa dupleta que desde las 19:30 horas fueron cimentando el camino para recibir a los ingleses.

El primer movimiento de la suite Psicosis de Bernard Herrmann recibió en el escenario a los chilenos de DEKAPITED, que viven uno de los momentos más activos de su carrera, siendo número bien probado para este tipo de encuentros, ellos tuvieron la responsabilidad de abrir a Slayer en su última visita, con una recordada presentación. Lo de anoche nuevamente fue un ejemplo de entrega y profesionalismo, si bien abusaron del volumen, afectando el poder apreciar claramente la ejecución – no es necesario sonar tan fuerte en un recinto reducido como el Teletón – un error que suelen cometer muchos, convencidos de que fuerte es sinónimo de mejor. Dejando de lado esa observación, el conjunto logra transformar su show en un torrente de violencia, provocando mosh pits que no se detienen a lo largo de todo el show. La agrupación chilena ha adquirido virtudes que aplican estudiadamente sobre el escenario para ofrecer una puesta en escena sólida, a pesar de algunos errores técnicos, que logran sortear para que el resultado final termine siendo una experiencia brutal de buen thrash metal al más puro estilo de bandas como Sodom o Kreator (Son los nombres que se me vienen a la memoria cuando los veo en vivo). Un rescate de lo mejor de la vieja escuela para abrir el telón de una noche demoledora.

A continuación el power trío femenino brasileño NERVOSA, sube al escenario en medio de un gran recibimiento del público que ya casi repletaba el recinto de calle Mario Kreutzberger (ex Rosas), aunque no faltaron los añejos y poco ubicados gritos de “¡En pelota, en pelota!” de algunos retrógrados al ver a una banda de chicas, el público en general actuó con respeto, reaccionando de inmediato a los poderosos riffs que remecen el ambiente. La carismática vocalista y bajista Fernanda Lira toma el control y arremete con “Hipocrisy” y “Arrogance”. La frontwoman domina muy bien el español, y logra interactuar de manera fluida con el público, dando fe de su alegría por poder tocar nuevamente en Chile. Rápidamente prosiguen con un mazazo increíble de poder femenino en un set armado sin misericordia para azotar cabezas. La recientemente integrada baterista Luana Dametto es convincente y ha logrado un rápido fiato, aunque se filtraron algunos pequeños errores en un comienzo, pero que no ensombrecieron su buen desempeño tras los tambores. En la guitarra la rubia y empoderada Prika Amaral, es la cómplice perfecta para Fernanda, su actitud sobre el escenario redondea una muy bien blindada performance, que al contrario de los chilenos DEKAPITED, sonaron a un nivel discreto pero bastante más efectivo, sin perder un mínimo de fuerza y enganche con el público.

El poder femenino hace rato que ha ido ganando terreno en el metal, y actualmente ya no es una rareza ver a un grupo de mujeres demoliendo cráneos desde el escenario, con la fuerza interpretativa necesaria para ser parte de la familia mundial de los sonidos extremos, sin distinciones ni discriminación de género. NERVOSA fue creando un ambiente feroz de  mosh pits y aguerridos coros que emulaban la desgarradora voz de Lira. Cortes como “Surrounded by Serpents” o “Death” mantenían la línea de fuego a tope. Fernanda grita su rabia contra la intolerancia en “Intolerance Means War”, invita a crear un mosh con la que confiesa es su favorita, “Guerra Santa”, y cuando terminaban de interpretar una arrolladora “Masked Betrayed”, sorpresivamente las conminan a dejar hasta ahí el show, provocando la molestia de la vocalista, puesto que aun quedaba un set de por lo menos 15 minutos más de presentación. Al parecer una solicitud que no provino de la producción, sino que del equipo de los cabezas de cartel. Lamentable situación que falta el respeto tanto a la banda como al público asistente, si estaban contra el tiempo, lo mínimo es por último, dejar que los artistas tengan la posibilidad de despedirse con una canción más. Un hecho que dejó un gusto amargo, para un acto que se estaba desarrollando de gran manera. Sin dudarlo, se convirtió en el punto negro de la jornada, las brasileñas que llegaron promocionando “Agony”, su última obra editada el 2016, no se merecían ese trato, luego de estar cumpliendo un espectáculo con altura.

Rápidamente los técnicos suben al escenario para preparar el espacio donde el trío británico daría rienda a su espectáculo. Cronos, Dante y La Rage aparecen en medio de la esperada ovación y de inmediato el aura infernal comienza a apoderarse del teatro, cuando los primeros acordes de “Long Haired Punks” perteneciente al último trabajo discográfico de la banda, titulado ‘From The Very Depths’ editado el 2015, resuena en nuestros oídos, mientras el telón de fondo con el rostro del icónico chivo, sello característico de Venom, nos recordaba que estábamos frente a esta banda muchas veces de calidad cuestionada en sus primeros años, y que terminó convirtiéndose en un referente obligado en la evolución posterior del género.

La música de los de Newcastle, siempre se ha caracterizado por contener un sonido sucio, en la línea de Motörhead  y del punk rock que reinaba a fines de la década del setenta, tiempo en el que el grupo se originaba. Sus líricas demoniacas fueron construyendo una imagen que polemizaba en una sociedad conservadora que veía con malos ojos al movimiento, una mala influencia en la juventud reclamaban, y esos pergaminos les valieron ser elevados como los padres del black metal, término con el que ellos mismos, sin la conciencia de lo que estaban creando, bautizaban su segunda placa, dando el primer paso en su legado.

Como con toda leyenda, los fanáticos que se hicieron presentes en el teatro Teletón, obviamente esperaban sus clásicos, pero la banda da señales de no querer  transformarse en esclavos del pasado y prefieren intercalar un arsenal equilibrado de temas de todas sus épocas, centrado en gran parte en su última placa de estudio, lo que algunos viejos fans no aceptaron del todo, y eso queda demostrado cuando hitos del calibre de “Welcome to Hell” o “Buried Alive” detonan los momentos más celebrados de este reencuentro. Cronos, con 54 años a cuestas, cual Lemmy Kilmister de los sonidos extremos, es el amo y señor que continúa manteniendo con vida la leyenda, sin la formación original, pero acompañado de un par de músicos que han sabido ponerse en las botas de sus fundadores, cumpliendo los objetivos a cabalidad, para que la esencia de VENOM siga su marcha con fidelidad, y por supuesto, los seguidores eso lo aprecian y se enfrascan en masivos mosh pits al son de piezas como “Bloodlust” y“Grinding Teeth” o mueven sus cabezas al pesado compás del clásico “The Evil One”. VENOM, dentro de lo caricaturesco que pueda parecer a estas alturas su devoción por el amo del las tinieblas, cumple con hacernos vivir una experiencia de oscuras atmósferas, con intensidad y el aplomo de la experiencia de décadas sobre los escenarios.

Para el final la banda se reserva dos himnos incombustibles, elementales en su discografía, me refiero  las tremendas  “Black Metal” y “Witching Hour” que hacen explotar a la fanaticada en el mosh más espeluznante de la noche, un momento que por lo visto, todos esperaban y así quedó demostrado. Los minutos pasaron demasiado rápido y Cronos se despedía de sus fanáticos chilenos antes de cumplir un hora y media de show, demasiado corto quizás, pero que no decayó en lo portentoso que puede llegar a ser el metal, en especial cuando nos llega de la mano de sus leyendas, que nos invitaron a ser brevemente bienvenidos en el infierno.

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