Conciertos

Live Review | Soul Asylum: Volviendo al pasado

Nota: Stefany Mancilla Salinas – Fotos: Andie Borie

 

De camisas cuadrille a la cintura se vistió el Teatro Cariola ante el debut de Soul Asylum ,anhelado y esperado por fanáticos durante años, por fin la banda pese a solo tener al vocalista como miembro original, estaba en suelo latinoamericano.

Un teatro nebuloso y con una puesta en escena muy grunge de antaño ya ocupada por los fieles que anticipados al concierto estaban haciendo una previa conversación sobre las expectativas que tenían sobre esta noche. En la mayoría de los grupos que anduve picando concluyeron los fans que nunca pensaron que su banda noventera viniera a Chile.

Era una audiencia madura, muchos saliendo de la oficina, con ropa de trabajo, hasta enfermeros y compatriotas norteamericanos con sus mochilas llegaron a reencontrarse con sus recuerdos veinteañeros. Podíamos compartir una cerveza mientras me contaban su adolescencia con Soul Asylum o la biografía de la banda y las veces que cambió de miembros, era motivante escuchar sus historias, como cuando tus papás te hablan de la música de su adolescencia.

Un cuarto para las nueve de la noche, adiós a la luz general y las voces del Cariola se escuchan al unísono ovacionando la subida de Dave Pirner, quien seguido de los demás integrantes empezaron a tocar enseguida, abriendo esta velada nostálgica con el tema I Will Still Be Laughing. El espacio se agranda, ya que, todos nos reducimos a estar lo más cerca del escenario, si bien, creí que al ser eterna la espera, nos íbamos a mover más con las canciones, compartiendo y cantando juntos pero no pasó, la gente estaba hipnotizada coreando solamente. Debo mencionar que estos músicos merodean los cincuenta años y que su boom comercial fue con Runnaway Train cuando estaban cercanos a los treinta, digo esto porque se notaba la trayectoria y su goce sobre el escenario, la simpatía y cariño por su público, que se divisaba entre canciones cuando la banda se detenía a mirarnos sonrientes. Tal vez no éramos tantas personas (alrededor de 400 espectadores) pero es propio de los artistas amar la emoción que surge al escuchar a sus seguidores de años cantando sus canciones con pasión, sintiendo que esos temas fueron creados para ellos, para hacerlos el soundtrack de su vida. Nostalgias de un tren noventero, de la juventud del ayer. Pensé que la tranquilidad de todos nosotros era porque recién empezaban a tocar, por la melancolía de la mayoría que bañaba al Cariola, muchos solo viendo y recordando, pero fue lo mismo con las siguientes 4 canciones: Just Like Anyone, Lately, See You Later y Freaks. Cuando pensé que sería así el resto del concierto, cantan Misery y salimos del modo zombie para entrar en modo happy y ahí sí, todos moviendo las cabezas, alzando los brazos hacia la banda y uno que otro bailando ensimismado a su propio ritmo. Les seguimos la onda a las cabelleras desordenadas de los músicos y cantamos hermosamente la parte final de Misery que dice : “ Frustraded, incorporated”, fue el primer momento mágico del show, ahí dije: “ Ya entramos en calor, de aquí hacia arriba con la energía…” pero me equivoqué, volvimos como estábamos en el primer tema, el único movimiento eran los labios de todos que de estar neutros pasaban a sonreír y algunas parejas de amigos que volteaban a verse como si se hablaran telepáticamente. Si hago énfasis a la inercia es porque sentí que los temas y el estilo de música daban para mucho más que solo estar mirando y tomar sorbos de cervezas a ratos. Todo era tranquilidad, incluso la banda se veía serena, felices, maduros como si todos nos hubiésemos tomado un agua de melisa antes, pero después recordaba que con toda la gente que había hablado casi me doblegaban en edad y solo querían recordar viejos tiempos y escuchar a Soul Asylum en vivo significaba dar un cierre a esa etapa de adolescencia. No faltó la bandera Chilena alzada por dos fans y con el nombre de la banda escrito con plumón.

Después de Misery se volvió todo tecnológico y casi todos alzaban su celulares y grababan el espectáculo en vez de vivirlo, era bello como se veía en todo caso, como una Quinta Vergara diminuta alumbrada por los celulares y así fue con Bus Named Desire , Watch Need, String Of Pearls, Eyes Of A Child y By The Way, aunque si venía estar piola y más tranquilo con esos temas, que son un rock más acústico. Con Shove, fuimos más activos, más cantantes, más movidos e incluso esa energía sumó a las ansias que teníamos por cantar Runnaway train que le procedió a Shove.  Fuimos el coro ciudadano con esta canción, todos la sabíamos y me atrevo a decir que fue la más esperada de la noche, fue un momento destacable. Seguimos con la mirada de ir manejando onda highway con el tema Closer To The stars y nos pusimos más onderos y entregados con 99%, Spinnin, Hopped Up Feelin y Stand Up And Be Strong. Volvimos a quedarnos quietos y nostálgicos con I Did My Best y terminó el concierto con April Fool. Se veía en muchos rostros de satisfacción, meta cumplida, y  a pesar de no ser escuchada por una gran cantidad de gente en nuestro país, los fans de hoy daban las gracias al universo por este momento, perpetuando para siempre el debut de Soul Asylum en Chile.

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