RED FANG se presentó anoche con un gran concierto en el Teatro Cariola de Santiago
Nota: Juan Guillermo Carrasco | Fotos: Transistor
Entre un sinnúmero de actividades que ofreció la cartelera musical a comienzos de mayo, hubo uno que rescató los valores y el riesgo de antaño por bajar nombres de alta demanda hacia nuestro país. Acostumbrándonos a estos casos, a fines de marzo Transistor confirmaba el debut de Red Fang portando con orgullo la bandera de la consagración tras una larga década buscando sitio en la industria del entretenimiento.
Conscientes de la alta demanda, la producción premió la fidelidad de su público entregando apertura nacional para el estreno y tickets 2×1 a precio popular (12 mil por c/u aprox.). De este modo, el bolsillo soportó la inversión y una bella postal del cuarteto se transformó rápidamente en comentario obligado en plataformas y sitios especializados.
Con la mitad del trabajo ya hecho por Devil Presley en clásicos como ‘DP 4 Life’, ‘Bramador’, ‘Puta’ y ‘Perro rabioso’, “los primos” se mentalizan en la apuesta stoner que por estos días continúan promocionando “Only Ghost”, su consolidación 2016. Así, los protegidos de Relapse convencen a la primera en un local que por acústica es mejor rescatar el show.
Entre ‘Blood like cream’, la historia de los “zombis roba pilsen”, y la arrastrada pasada tras ‘Malverdes’ (“Murder the Mountains”, 2011) zafaron de ser un desastre luego que el pedal de John Sherman pasara a mejor vida. Reparado sobre la marcha por el mismísimo baterista, la maniobra no pasó inadvertida y de inmediato se ganan el respeto en lo que pudo haber sido el bochorno de la gira. Admirable.
Aliviados gracias al training en festivales, el cuarteto descarga tensiones sin pausas en ‘Crows in swine’ (“Whales and Leeches”, 2013), la desconocida ‘Antidote’ e ‘Into the eye’. Sin embargo, todo se vino abajo con la versión extendida de ‘Wires’, el hit que los catapultó tanto a ellos como a los fans que sumaban por sobre el público. Éxitos de ayer y hoy continuaron con ‘Reverse thunder’, la muestra sabbatica en ‘The deep’ y la triada de cierre compuesta por ‘Dirt wizard’, ‘Sharks’, y ‘Prehistoric Dog’, la segunda gran réplica de la jornada que abre formalmente la historia de la banda.
Finalmente ‘Hank is sead’ y ‘Throw up’ fueron los exámenes finales que debieron pasar para graduarse en una de las mayores pruebas recorriendo el globo. Sin mucho a favor, Red Fang logró torcer la mano al destino. Difícilmente nos olvidarán.