Pennywise en Chile
13 de noviembre 2015 | Teatro Cariola
Review: Diego Puebla | Fotos: Camila Muñoz
Un ambiente extraño aclimataba la gran fiesta de viernes. A muchísimos kilómetros de distancia se vivía el horror de múltiples ataques terroristas en la capital de Francia, centenas de muertos ya se confirmaban con la rapidez actual de las comunicaciones y muchos perecieron en el mismo acto que viviríamos nosotros, que es disfrutar un espectáculo musical. Desde esta modesta tribuna un homenaje donde estén descansando.
Como comentaba más atrás, el circuito punk rock estaba de fiesta. Los californianos de Pennywise volvían a visitar nuestro país para un show en el visitadísimo Teatro Cariola.
El ritual de la ausencia de luz se vivía una vez más con una ferviente fanaticada más exaltada que nunca. Jim Lindberg explosivo como siempre madrugaba el lugar con “Fight Till You Die”, más energética y combativa en vivo.
Un bombo con más peso que nunca, Dragge y Bradbury en las cuerdas con la velocidad marcada y una forma de tocar que entrega la misma rabia de unos que serían tributados más rato, los mismísimos Ramones.
Y claro está que el olvido de sus influencias no quedaba atrás, pero si los temas que rápidamente eran impactados de forma fulminante a los espectadores. Sin grandes parafernalias y solo el instinto de tocar, hizo que el clásico vocalista enumerara a los bandas que veía en las poleras de los presentes llegando a Bad Religion, donde “Do What You Want” fue ejecutada de manera frenética para la impresión de todos los que estuvimos para aquella celebración.
Directos, veloces, clásicos y no tanto fue parte de la presentación en pocos caracteres donde la pasión por tocar, los valores por entregar y la devoción por un espectáculo simple pero inmensamente crudo realza la pasión por un género cada vez más aminorado a pesar de su intensa puesta en escena.
Un poco de Beastie Boys con “You Gotta Fight…”, el cover de Ben E. King “Stand By Me” y “Perfect People” o “Living For Today”, de la mano con el extraordinario cierre de “Bro Hymn” con bengala incluida remataba el estandarte en lo que va el año con la mejor presentación en nuestro país de una agrupación del género. Sin tanto condimento absurdo, y apegado a su esencia, el punk rock de Pennywise sobrepasó las malas energías, el calor y un par de golpes. Una delicatessen auditiva sin especulaciones…