Conciertos
Live Review | PARADISE LOST: El íntimo reencuentro con el Paraiso Perdido
PARADISE LOST EN CHILE
CLUB KMASÚ | 11 DE DICIEMBRE 2012
Por: Freddy Veliz Olea
Luego de 4 años los ingleses PARADISE LOST pioneros de los sonidos góticos en el metal regresaron a Chile con placa nueva bajo el brazo. “Tragic Idol” se titula, y fue publicado en Abril de este año vía Century Media, álbum que junto con mantener el halo oscuro propio del doom, nos entrega cortes en que priman estructuras más melódicas y cercanas a un rock más clásico.
La Cúpuladel Parque O’’Higgins fue el recinto anunciado en un comienzo para el rencuentro, el que luego fue trasladado al Club Kmazú ubicado en Blanco Encalada. Con el correr de los días se anunciaba a Mar de Grises como banda soporte, agregándose luego a Poema Arcanus, dos bandas de vasta trayectoria por los senderos sonoros oscuros del doom en nuestro país.
La hora fijada para la cita era a las 19:00 hrs. en que se anunciaba que partiría Poema Arcanus, lo que no se cumplió a cabalidad, y la agrupación nacional subió al escenario casi siendo las 20:00 hrs. presentando un set de cortos 15 minutos, con un pequeño pero fiel marco de público, entre los que notamos a muchos seguidores de la banda que no quedaron conformes con tan breve show. En lo musical, como siempre la banda liderada por Claudio Carrasco no defrauda, vienen llegando de una gira por tierras europeas en donde han tenido una muy buena crítica y esperamos que muy pronto estén tocando nuevamente en la capital para apreciarlos con un show más extenso.
A las 20:30 hrs. es el turno de los elogiados Mar de Grises, quienes dentro de su media hora aprox. de presentación, compactan un set potente con su característico sonido en que nos golpean con un muro sonoro aplastante desde las potentes guitarras, al parecer hubo un problema con la organización del evento, pues así lo hacía notar Germán (voz), que luego del segundo tema pidió más respeto por las bandas chilenas. Se despiden del público que ya colmaban la mitad de la pista y que los recibieron, como es usual para ellos, con aplausos y mucho respeto.
Eran las 21:25 y las ansias por ver nuevamente a los liderados por Nick Holmes pararse en un escenario chileno, se hacían notar a través de los silbidos y gritos desde la pista, donde cerca de1000 asistentes estaban dispuestos a embarcarse en los oscuros parajes del paraíso perdido.
A eso de las 21:30 se apagan las luces y la agrupación en plenitud aparece frente a nosotros y sin más espera comenzar el viaje con “Widow” de su cuarto disco “Icon” de 1993, el caluroso recibimiento deja en claro lo que significa tener de vuelta a esta poderosa banda en Chile.
Holmes luego de saludar al público anuncia “Honesty in Death” la primera revisión de “Tragic Idol”, el álbum pretexto de esta gira. El que es coreado por la multitud, demostrando que los presentes eran los más fieles seguidores de los oriundos de Halifax.
Un público muy prendido, no para de levantar manos, saltar y corear cada uno de los temas que nos envolvían dentro de una densa masa de riff y atmósferas en rojo y azul que aportaba la iluminación, pasaron “Erased”, “Enchantment”, “Soul Courageous”.
Del último disco se anuncia “In this We Dwell”, embarcándonos en poderosos y gancheros riff, con el calvo Aaron Aedy en un incansable headbanging, el que no paró en todo el concierto.
Nuevamente los saludos de Holmes no se dejan esperar y el público responde con manos en alto para recibir un nuevo azote con la densa y arrastrada “No Celebration” de “Symbol of Life” ( 2002), luego del cual, Nick rápidamente anuncia del álbum “Shades of God” de 1992, “Pity the Sadness” seguida de la coreada y excelentemente recibida “As I Die”, del mismo álbum, quizás uno de los momentos peak del concierto, terminando con ovación por parte de la fanaticada.
Nick Holmes entre cada tema se dio el tiempo de saludar al público, y no fue la excepción al anunciar la melódica “One Second”, del álbum del mismo nombre de 1997, para continuar con el corte que da nombre a su obra 2012 “Tragic Idol” , un tema que en lo personal creo no es de los más destacables dentro del disco, y se notó en el frío recibimiento por parte de los asistentes, que comenzaban a mostrar, no sé si por cansancio u otro motivo , poco entusiasmo con este corte, “The Enemy” ( tema con el que abrieron el anterior concierto el 2008) fué el encargado de levantar el ánimo antes de irse al encore, con los fanáticos saltando y coreando antes del descanso de rigor, luego de algo mas de una hora de oscura intensidad.
Con unos cinco minutos de intermedio, los ingleses vuelven, “Come on!!” arengaba Holmes para reabrir con “Embers Fire” canción que abre “Icon” de 1993. Seguida del anuncio de “Fear of Impending Hell” y “Faith Divides Us-Death Unite Us”, ya, a estas alturas las revoluciones de los comensales habían bajado bastante con respecto a la primera mitad del concierto, eran menos las manos en alto, y los temas anunciados no fueron recibidos con gran ovación. Nick presenta a cada uno de sus músicos:
Greg Mackintosh en primera guitarra, Steve Edmonson en bajo, Aaron Aedy en segunda guitarra, y el ex At the Gates y Cradle of Filth, Adrian Erlandsson en batería, y por supuesto Nick Holmes en la voz.
A continuación se despachan “Say Just Words”, la que vuelve a encender los ánimos del público quienes saltando corean al unísono y en masa este single de “One Second”, tema que pone fin a casi una hora y media de la hipnótica experiencia de revivir en vivo la pared sonora creada a partir de los arrastrados y poderosos riff de una banda que debutó en Chile en el recordado Monster of Rock de 1995 , compartiendo escenario con Faith No More y Ozzy Osbourne, dejando una gran impresión a pesar de que por esos años no tenían el amplio reconocimiento que se han ganado con los años.
Si bien la acústica del recinto acusó una vez más los desagradables rebotes, y por momentos se sobresaturaba el sonido, provocando que no se escuchara limpiamente la batería o la voz de Holmes, la intensidad de la música de Paradise Lost sobrelleva muy bien un set, que si bien fue corto, bastó para que las tenebrosas estructuras nos adentraran al lado más oscuro del amado y maldito mundo del metal.
Fotográfias por Julian Pacheco
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