10 de Marzo 2018 | Bar de René
Nota: Litta | Fotos: Patricio Borie
No es para nadie sorpresa que cada vez que Nuclear toca en nuestra capital, la horda de gente que les sigue conviertan el lugar en una verdadera escena apocalíptica, y esto es porque la esencia que emanan estos titanes del thrash nacional es de alto impacto. Hace tiempo que se venía esperando esta visita en el mítico Bar de René, además, existen nuevos rumores de un próximo despegue a conquistar nuevas “pailas”, y es que lo que tienen estos 5 personajes son gigantescas ganas de seguir y bueno, tienen un nivel y profesionalismo que ya más de alguna guerra ganada les ha brindado en el extranjero.
Lo que realmente encanta en el sonido de esta banda proveniente originalmente del extremo norte de Chile, Arica, es la solidez y brutalidad de su estilo, uno que le ha significado una estampa peculiar que a donde quiera que vayas y escuches aunque sea un segundo sabrás que se trata de Nuclear, no hay parámetro de confusiones cuando suena su producto, se han enfocado en un crossoveer crudo y muy bien ensamblado, que rescata toda la vieja escuela y la formación ochentera, con la tecnicidad y el swing de las nuevas tendencias, un verdadero deleite sonoro que a más de alguno nos significa una terapia acústica, catarsis pura.
Mientras está todo el territorio volviendo a la rutina como todos los años en el mes de marzo, nosotros nos dábamos un verdadero recreo de metal el pasado sábado, con esos mosh que dejan más que lo que quitan, aunque al otro día no podamos ni mover un dedo, siempre es bienvenido un revitalizador desorden de la mano de temas como el demoledor de riffs, “Asphyxia” o el pelador de cráneos perteneciente al Heaven Denied, “Vindictive”.
Sinceramente lo que más se aplaude de esta agrupación es el nivel de coherencia entre lo que tocan y lo que cantan, letras que irrumpen en la contingencia con un discurso de masas, pero de aquellas que se resisten a seguir el rebaño, mientras algunos siguen bajo la “Libertad Condicionada” que nos refriega el cover maestro de BBS Paranoicos, -una versión que en lo personal supera al original-, y luego llegar a conclusiones dantescas en conjunción a una masacre de tímpanos, calentamiento justo y preciso para recibir al otro día al cambio de mando y pensar…¡¡¡Cuanta razón tienes Apatrida!!!
iRockers, siempre es un gusto revivir instancias de caos junto a bandas del calibre de Nuclear, con cortes fríamente calculados bajo el alero de un metrónomo al unisono que conjuga la trayectoria y el amor por el metal, es un verdadero orgullo poder presenciar ese nivel en nuestro país y más aún que siga prevaleciendo desde los espacios asequibles del territorio, en un bar a la vuelta de la esquina, donde las caras conocidas son siempre advertencias de que en el mosh habrá consecuencias pero de esas que retratan una sonrisa y gusto a liberación.
