ROCKOUT FEST 2014
6 DE NOVIEMBRE 2014 | ESPACIO BROADWAY
Un tremendo festival comenzaba rememorando los antiguos Maquinarias que ahora cambiaban de nombre para reformular una marca, que cada vez, perdía más adeptos. Pero para esta primera emisión, donde bastantes extranjeros se lucían como lo hacen en bastantes lugares del mundo, nuestra labor también, fue optimizar recursos y valorar a nuestros artistas que sacarían la cara donde el rock estuvo siempre presente en el escenario Escudo, quién fue nuestro sector y paisaje durante estas siete horas de experiencias sonoras locales.
Los primeros en entrar a este escenario en las lejanías de la capital, donde Santiago se afirma para no caerse, fue Machuca. Los penquistas quienes se presentaron con el menor marco de público de la tarde, debido a la hora y al atraso de los buses para la movilización del público, mostraron un show un poco más acotado que el de costumbre por honor al maldito reloj y para el respeto de los demás nacionales que esperaban su lugar. El punk rock abría y cerraba este escenario – con 2 minutos- pero esta vez con temas del inconsciente colectivo como “Al Patíbulo” del disco “Viva Machuca” del año 98, quién a la vez, contiene el track “El Bulla” equipo que saldría campeón horas más tarde y que el quinteto no puede ejecutar por derechos con el club.
Con 25 minutos de diferencia para el cambio de aparataje técnico, que sería la tónica del día, un espacio contemplado por la producción, fue el tiempo requerido para que Rama entrara con todo el Nu-Metal y además a botar la eterna vergüenza que tenemos para admirar las bandas de nuestro país, y corear cada single como lo hacen muchos para los conjuntos internacionales. Desde “Imposible” a “Comunicar” que fueron coreados por un público más joven que el de Machuca, mantiene esa tónica de ser una de las bandas independientes con mayor público en sus presentaciones semana a semana. Un espaldarazo al trabajo humilde de años de carrera, esto entra para todos los músicos presentes en este RockOut.
Los minutos ya mencionados, y al parecer la esperadísima vuelta al ruedo ya es posible de parte de Los Morton. Mítico cúmulo de individuos que hace 24 años vociferaban al “Jamón con Queso” y a la “Cocaína” logrando la censura de varios medios. Los mismos participantes de un Mtv activo en música, los mismos sumergidos en el underground, el 2014 volvían para demostrar lo que mejor saben hacer, que es desordenar masas a punta del sonido Morton. Los que llevaron más público mientras Blind Melon tocaba al otro extremo, generaba gritos y cánticos donde más de alguno se acordó de “Santo Remedio” en cassette o el ecléctico “Cebator Quat’s”, un show tremendo con la compañía de Toño Corbalán de Chancho en Piedra y dos baterías en el escenario, Pelao Morton con un slap furioso y la banda tanto hilarante como furiosa. Esperemos seguir teniendo buenas nuevas de 24 años que no pueden seguir en el descanso.
Siete y quince es el horario que Hielo Negro con su Rock Patagónico demuestra una vez más para que están hechos en una hora de show. “Cemento”, “Viento Sabio” o “Hijo del Diablo” de su nueva placa “El Gran Camino” fueron algunas cuotas de crudeza que impuso este género ligado al stoner nacional donde los que no se enteran del underground, consumen este rocanrol y se mantienen expectantes, donde muchísimos fanáticos acompañaron como siempre a 17 años de solidísima carrera , seis discos y tres split. Varios nuevos fanáticos ganó el trío quienes próximamente saldrán con la bandera de la independencia, el rock por sudor y el olor a bar al escenario del próximo Lollapalooza. Unos capos que se disfruta el verlos tocar, impecables los “Hielo”. Pero mejor imagínense esto como el Eje. Nada más de lecturas… solo tienes que “vivirlo”. Ahora se pueden reír.
Lo otro, para la próxima un poco más de información para el señor Patton con respecto a sus palabras, lo demás, no es tema y entra en chimuchina barata.
Y para terminar esta oleada chilena, el punk legendario a cargo de “Pogo”, se toma el proscenio temático con Los Peores de Chile. La agrupación sube mientras cae la tarde, y el viento crea una atmósfera en conjunto de los mosh provocados por los valientes que a esa hora quemaban cartuchos a pesar del cansancio, pero que el ya mencionado con compañía cautivaban a base de ira e irreverencia con “Pandilla” o clásicos como “Sindrome Camboya” o “Chicholina” con una performance de una bailarina qué asco era lo más suave que generaba. Lograron lo planeado.
Bandas con un espacio muy bien merecido, por su lucha incesante por el rock nacional y la cantidad de años que cada uno de los que puso los pies en aquellas tablas, dejaba profesionalismo y orgullo por la música que no se construyó a base de sellos, siempre a pulso. Un día perfecto para lo mejor de lo nuestro.
Review: Diego Puebla
Fotos: Álvaro Manriquez
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