RECRUCIDE + CRYPTOPSY + SUFFOCATION + WATAIN
5 DE DICIEMBRE 2014 | CLUB KMASÚ PREMIERE
Sabores con distintos condimentos, altibajos que demuestran que el poco profesionalismo pasa en todos los sectores de la música. Un comienzo demoledor a un final decepcionante, en las próximas letras y para ustedes, el evento más brutal del año.
¡Viernes queridísimo viernes! Un excelente día para comenzar un fin de semana largo con lo más brutal de los sonidos, en un engranaje compuesto por un cuarteto oriundo desde distintas partes del mundo.
Esta tónica comienza a las 19:00 horas con los nacionales Recrucide en un recinto que comenzaba a llenarse de forofos metaleros. Con lo mejor de sus tres discos editados en un show intenso pero con errores de parte del equipo técnico para la salida del sonido, causaron esa antítesis en la presentación, pero con el gustillo de estar poco tiempo sobre el escenario por la calidad que el conjunto demuestra durante sus dosis de metal a lo largo de nuestro país. Desde “DeathConfession” a la asombrosa “GodDidn’t” ya genera la ansiedad por verlos nuevamente para demostrar que en este género, hay patria ciudadanos.
Minutos más tarde, la “vedette mutilada” de la noche a esas alturas fueron sin lugar a dudas, los debutantes en nuestro país, escribo de Cryptopsy. Con la polémica llegada MattMcGachy en la voz luego de un casting masivo, que generó “TheUnspoken King” el disco más aborrecido por los fans puristas debido a estar ligados al deathcore, luego de otra salida del vocalista clásico Lord Worm, me generaba una especie de ansiedad por lo que podía ocurrir con el “nuevo” encargado del growl en vivo, (data del 2007) situación que con “Crown of Horns” creó un tapabocas instantáneo en cualquier atisbo de pensamiento contrario. Un sonido demoledor, voces estridentes características, la banda muy bien acoplada y dos clásicos de su disco más aclamado como fue “Probophile” y “BenedictineConvulsions” de None So Vile (1996) terminó por levantar el Extreme Death Metal Técnico en un manjar de facilísima absorción.
Bordeando las 10 de la noche, la tercera banda de este festival de la carne putrefacta y los cánticos viscerales venía directamente de Estados Unidos. La agrupación más grande debido a su arsenal mediático en comparación a sus compañeros de evento, debido a su participación en grandes sellos del metal mundial como Nuclear Blast, (Anthrax, Testament, Destruction, entre otros) traía el Death más básico y arraigado a su material más limpio como género. La situación clara fue un show sin mayores logros artísticos. Gran sonido, sí. Optima realización instrumental, claramente. Pero fue una intervención sin alma, en un real piloto automático, a diferencia de lo presentado por la agrupación anterior y la diferencia clara de frontman entre Frank Mullen y la voz de los canadienses. “Catatonia” o “PurgatoryPunishment” lograron motivar a un público que respetaba más que elogiaba. Logrado pero no cautivante.
A eso de las doce menos cuarenta, la presencia sueca llegaba al proscenio. Watain y su Black/Death cerraba esta furiosa diversidad.
La entrada prendiendo velas, sus característicos ropajes y vomitivos baños de sangre real de cerdo, generaron un matadero pero no solo por lo repugnante del olor, lamentablemente se suma a lo presentado en escena. A eso del cuarto tema con “Total Funeral”, el baterista Håkan «H» Jonsson es sustituido por un letargo -quién sabe debido a qué- por el vocalista Erik «E» Danielsson, generando la hecatombe. Pasa el encargado de la guitarra Set Teitan y con la atenta mirada de nuestro compatriota Álvaro Lillo en el bajo, el show sigue por unos 20 minutos con temas fuera de tono, tempos que daban risa debido a este “impasse”. Recordemos lo sucedido en un show anterior donde el “afectado” fue el encargado de las voces. Minutos después y con seguidas entradas y salidas, “E” da la cara ante el público y promete una vuelta, sinceramente no gracias.
Un espectáculo motivante, que tuvo piezas de muchos puzles distintos que armaron un escenario rarísimo pero con un evento bien armado que obviamente tuvo demasiada brutalidad y muy poca sangre.