Conciertos
Live Review | Miles Electric Band: Reviviendo a Miles Davis
Nota Freddy Véliz Fotos: Barbie Box
Miles Electric Band, 3 de octubre 2018. Teatro Oriente
El 28 de septiembre pasado, se cumplieron 27 años de la muerte de Miles Davis, el trompetista considerado uno de los máximos genios musicales del siglo XX. Un hombre enigmático, cuya genialidad tropezaba con un carácter complejo, sus adicciones y un comportamiento a veces agresivo, debido a su constante búsqueda de la perfección. Más allá de su nutrida obra discográfica y su incesante inquietud por buscar nuevos lenguajes en el jazz, que lo enfrentó cientos de veces con los más puristas del género, una de sus más reconocidas características, fue el congregar en cada una de las formaciones que lo acompañaron, a músicos de excepción, muchos de los cuales se transformaron en leyendas individuales. John Coltrane, John McLaughlin, Gil Evans, Herbie Hankock, Wayne Shorter, Chick Corea, son solo algunos de los nombres que alguna vez acompañaron a Miles en sus incontables trabajos y enfoques creativos.
Davis falleció, pero su obra continuó creciendo en un legado incalculable que traspasó cualquier género. Él mismo odiaba de alguna forma la definición de Jazz, al encontrarla una limitante para crecer musicalmente, siempre fue más allá y se nutrió del rock, el funk, el hip hop, el pop, etc., para satisfacer su infinita creatividad.
El baterista Vince Wilburn Jr. , sobrino de Miles, por parte de su hermana Dorothy Mae, hace algunos años se embarcó en el proyecto Miles Electric Band, como una forma de homenajear y retribuir al trompetista que lo apoyó desde pequeño en su crecimiento como músico. Vince, participó en la banda de Davis durante la década de los ochentas, tanto como artista, así como en el área de la producción.
La Miles Electric Band es un colectivo instrumental que abarca la etapa eléctrica del trompetista, comprendida entre fines de la década del sesenta, hasta los ochenta. Con este proyecto debutaron en nuestro país este miércoles 3 de octubre, en el histórico Teatro Oriente de la comuna de Providencia. Un ensamble en constante rotación, cuya formación en esta visita estuvo compuesta por Vince en la batería; Robert Irving III en teclados; el destacado percusionista Daryl “Munyungo” Jackson, que nos visitara el 2013 junto a Stevie Wonder; Debashish Chaudhuri en tabla hindú; Nicholas Payton en trompeta; Antoine Roney en saxo; Jean Paul Bourelly en guitarra; Dj Hapa en las tornamesas y el bajista Darryl Jones, quien destaca por ser parte (no oficial) de The Rolling Stones desde comienzos la década del noventa, y colaborar con artistas de la talla de Peter Gabriel, Sting, Madonna o Eric Clapton entre otros.
La voz de Miles Davis a través de una secuencia proporcionada por Dj Hapa, inicia este viaje por la obra sin límites de The Chief (El Jefe), como denomina la banda al genio inspirador. Con “One Phone All”, tema que data de 1985, nos embarcamos en este homenaje respetuoso y abierto a ampliar el lenguaje musical heredado por el trompetista nacido en Illinois, porque lo que comenzamos a apreciar no es un tributo en el que la banda se esmere en interpretar literalmente cada tema, al contrario, a través de la improvisación y el espíritu innovador, propio de Miles Davis, el ensamble se escapa de lo convencional, desentrañando nuevas posibilidades sonoras, incorporando samplers, o exacerbando las individualidades, sin perder la asociatividad de las partes para entregarnos un espectro musical que se pasea entre lo contemporáneo, lo clásico, lo eléctrico y lo tribal.
Debashish Chauduri a un costado del escenario va ejecutando la tabla de forma imparable durante las dos horas de concierto, impregnando la herencia oriental de la que Miles Davis también se nutrió, tanto como la percusión africana, que en manos de Munyungo Jackson nos hace vibrar en cada instante con su talento. La extraordinaria técnica del también músico de Stevie Wonder, se hace patente con una hipnótica ejecución del triángulo en una intensa versión de “Decoy”.
El colectivo liderado por Vince, sabe extraer la esencia de la música de Miles Davis inteligentemente, y el público se entrega a esta propuesta riesgosa, porque se sabe compleja, pero terminas rindiéndote y sintiendo la presencia de recordado trompetista en cada nota que nace desde el escenario, en especial la fidelidad tímbrica de la trompeta de Payton, que no fue parte de la banda de Davis, pero que entendemos creció al alero de su música, fue alumno de Ellis Marsalis, y ha colaborado con gente como Wynton Marsalis, Joe Henderson, Elvin Jones, etc. Payton se pone en los zapatos de Davis, y logra traducir su sonido, para conectarnos con ese legado y fundirse con esta nueva visión que nos entrega la Miles Electric Band.
Cada músico va destacando por sí solo, compenetrados con este mundo infinito de melodías que se entrecruzan. La pequeña y delgada figura de Robert Irving III quien luce un cano cabello rasta, se agiganta cuando le toca el turno de conmovernos con sus solos, o introduciéndonos en piezas como la versión de “Time After Time” original de Cindy Lauper o la imprescindible “Nefertiti”, compuesta por Wayne Shorter para el ´álbum del mismo nombre de 1967. De ‘Bitches Brew’, esencial para entender los inicios del jazz rock y esos coqueteos con la psicodelia de Miles, nos entregan una celebrada versión de “Pharao’s Dance”.
Miles Davis fue un músico que cruzó las fronteras del encasillamiento, y eso Vince Wilburn III y compañía lo entienden y lo traducen en el escenario yendo más allá de la comodidad que sería interpretar lo hecho por el trompetista de manera calcada, porque la esencia de Miles no está ahí, sino en el hacer que su obra crezca, fluya y se esparza por nuevos rumbos. Miles Davis nunca se estancó en una fórmula, cuando todos le pedían que tocara algo de Kind Of Blue (su obra más popularmente aclamada) él se negaba, porque ya era cosa del pasado, él siempre vivió el presente, y rápidamente se adelantaba al futuro.
“Jean Pierre” del ochentero ‘We Want Miles’, es el corte que pone el punto final de esta cita con la herencia musical de un adelantado, un show a cargo de artistas que contribuyen con su experiencia y talento a difundir y expandir la genialidad de Miles Davis a través del tiempo, y lo hacen de una forma en que seguramente el trompetista se sentiría orgulloso, porque su legado no se limita solo a la música, sino a como se enfrenta y se desarrolla. El entregó lo suyo, y eso está plasmado en sus discos, la responsabilidad de los que vienen después es seguir ampliando el espectro, y recordarlo en su esencia.
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