SAKEN + MACHINE HEAD EN VIVO
02 DE JUNIO 2015 | TEATRO CARIOLA
Un nuevo viaje a las experiencias sonoras dentro de la parrilla nacional era lo que nos tocaba como equipo en el remozado Teatro Cariola. La vuelta a nuestro país de una de las agrupaciones más significativas del Groove Metal, nos llevaba a este encuentro con RobbFlyn y compañía.
Pero antes los eclécticos dentro de las arcas más pesadas del terreno local, Saken, se manifestaban a las ocho en punto en el escenario. Con un sonido fuertísimo los locales mostraron una renovación a presentaciones pasadas con un motivo principal, “Dense &Thick” su última placa de riff complicadísimos e increíbles ritmos en percusión demuestran el increíble presente por el cual pasa el conjunto. El cierre con el tema que da nombre al disco, hace llegar los aplausos ante una presentación corta pero que siempre sirve para nutrir de información al fanático del show de fondo.
Nueve y fracción cuando las luces desaparecen por completo para que en segundos, la manifestación de un escenario totalmente “corporativo” para la ocasión es el primer atisbo de lo que se vendría.
“Imperium” es el primer corte en el cual Flynn promete de inmediato un pasaje por los más de 20 años de carrera artística. Con la voz un poco más baja cosa que se fue arreglando a eso de los veinte minutos de show, los estadounidenses ya saben cómo armar un repertorio para las masas. Cosa aparte es la ausencia de público, que en un Cariola a la mitad de su capacidad demuestra la poca convocatoria de una banda fundamental para este género a lo largo del mundo, un fenómeno ocurrido por el error de no ingresar al mercado sudamericano cuando sus carreras iban en ascenso.
En esta presentación de dos horas con dieciocho temas en el cual “Davidian”, “Halo” y “Locust” fueron los más esbozados por los presentes en una manifestación escénica impecable, potente y llena de empatía con el público. Luego de su anterior pasada por Chile algo tibia, esta queda como la vuelta merecida de los californianos.
Live Review: Diego Puebla
Fotos: Álvaro Manríquez
