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[Live Review] Iron Maiden: El triunfo de la bestia

Nota: Freddy Véliz   Fotos: Cristian Carrasco

Con dos  presentaciones sold out, fue el noveno paso de Iron Maiden por Chile (10 shows en total), primero con un Movistar Arena, donde deslumbraron a 15.000 personas, en un concierto mucho más íntimo de lo que acostumbran últimamente en Chile, y luego, este martes 15 de octubre, con una verdadera fiesta de celebración, concluyendo su gira mundial Legacy of the Beast en el Estadio Nacional, recinto que se ha transformado en la plaza obligada de los reyes indiscutidos del heavy metal.

Sobran palabras a estas alturas para definir lo que significa Iron Maiden en Chile, una banda cuya popularidad parece seguir creciendo año tras año, congregando en su entorno a generaciones de amantes del rock. Realmente un fenómeno que cuesta a  veces encontrarle explicación, en un país donde generalmente nos quejamos por la invasión de música desechable que los medios nos intentan meter, un país donde  el reggaeton, el trap y la pachanga parecen ser los géneros impuestos como la gran moda del momento, sin embargo para la Doncella de Hierro, no hay obstáculos en su camino para extender su dominio. Cuatro Estadios Nacionales llenos no los hace cualquiera.

 A diferencia de sus anteriores pasadas, la banda solo vino acompañada de The Raven Age, conjunto donde milita George Harris, hijo de Steve, el líder, bajista y principal compositor de Iron Maiden, quién al parecer está ensimismado en darle una pequeña ayuda a su hijo guitarrista, llevándolo de gira con la banda, tal cual ocurrió el 2016.

El conjunto formado el año 2009, subió al escenario a las 19:45 horas aproximadamente, frente a una cancha donde ingresaban hordas de fanáticos para esperar por su ración de clásico heavy metal con Iron Maiden. Sin mucho material cautivante que mostrar, The Raven Age calentó motores y fue creando ambiente con su propuesta contundente en riffs pesados y melodías energizantes, que lograron contagiar al menos a los que ya se encontraban en el sector más cercano al escenario, quienes seguían con manos en alto los coros de “Betrayal of Mind”, “Surrogate” o “Fleur the Lis”, un set dominado por canciones del álbum ‘Conspiracy’, lanzado recientemente.

Mientras se despedían dando gracias por el recibimiento del público, se podía apreciar una postal increíble del Estadio, completamente lleno de fanáticos que cumplían con la misión obligada de estar presentes ante la bestia. Como ya se va repitiendo cada vez que los británicos vienen a nuestro país, podemos observar la magnitud de estos encuentros, que se viven como una fiesta familiar, donde padres, hijos y abuelos comparten un gusto musical que se niega a morir con el paso del tiempo.  Una reunión que se vive con alegría, reflejada en los rostros de casi setenta mil personas, que una vez se apagan las luces, y comienza la cabalística introducción con ‘Doctor, Doctor’ de U.F.O, explotan en una estruendosa ovación, coreando este clásico de una banda fundamental dentro de las influencias de Steve Harris y compañía, y que sirve de entrada para que la clásica apertura con “Aces High” nos introduzca en esta nueva experiencia con la Doncella.

Desde que aparece en lo alto la figura de un avión de la Segunda Guerra Mundial, replicando la temática central del clásico que abre el álbum ‘Powerslave’ , nos encontramos con un show donde los detalles escenográficos y la puesta en escena son magníficamente representadas de forma teatral, si bien es una característica histórica de la agrupación, esta vez fueron más prolijos y contundentes, construyendo una especie de ópera rock, donde Bruce Dickinson es el personaje principal, un líder comunicador. El cantante, con 61 años a cuestas, parece ir rejuveneciendo, es admirable la energía que desata en el escenario, y cuya voz parece no desgastarse. Si bien hay himnos que se van repitiendo entre gira y gira, Iron Maiden siempre va incluyendo clásicos que en otras presentaciones han marginado de su set, y esta vez tuvimos la oportunidad de regocijarnos con  “Where Eagles Dare” y “Flight of Icarus”, esta última no era incluida en una gira desde 1986, y fue uno de los puntos altos con Bruce lanzando fuego portando un guante lanzallamas, en conjunto con una gigantesca figura del Ícaro alado, creando una atmósfera impactante que estimulaba a miles de voces a corear junto al vocalista, que con esta presentación deja en claro que es el frontman más completo del heavy metal, un verdadero maestro de ceremonias, que despliega un fenomenal show de personajes, cambiando vestiduras por cada corte, luchando con el gigantesco Eddie vestido de soldado británico en “The Trooper”, portando una iluminada cruz en la tremenda “Sign of the Cross” o representando al hombre condenado a muerte en “Hallowed by thy Name” cuando ya cerraban  en el encore.

Inolvidable será la atmósfera de las primeras notas de “Fear of the Dark”, con un estadio a oscuras, iluminado con miles de celulares, y apabullados por un coro solemne de fanáticos y coincidentemente en el cielo, aparece una luna llena, cubierta por nubes que aportaron sin aviso, con un aura tenebrosa a un clásico de esos que se han atesorado como uno de los mejores y más elaborados que nos ha dado la doncella.

Posiblemente hemos sido testigos de uno de los mejores conciertos dados por Iron Maiden en Chile, al menos es el mejor que ha realizado en el Estadio Nacional, con un sonido que sobresale al de sus anteriores visitas, una puesta de escena más completa y elaborada, con la banda compenetrada, cumpliendo cabalmente en sus ejecuciones instrumentales, y actuando de memoria los clichés de siempre, cubriendo las expectativas que exigen sus fanáticos. El broche de oro de una gira que finalizó con Dickinson haciendo estallar el escenario, simulando presionar un émbolo de Tnt, luego de lanzarse en una carrera por la tarima posterior, mientras interpretaba “Run to the Hills”, un punto final espléndido, para un regreso que grafica nuevamente la popularidad de la agrupación inglesa en nuestro país, una popularidad que no cede, y que se ha ido gestando desde sus inicios, sorteando los obstáculos impuestos por instituciones eclesiásticas, y padres que alguna vez prohibían a sus hijos escuchar esta supuesta música del demonio. Finalmente la bestia ha triunfado, y no hay quien la detenga.

Set List The Raven Age:

Betrayal of the Mind

Promised Land

Surrogate

The Day the World Stood Still

The Face That Launched a Thousand Ships

Fleur de Lis

Grave of the Fireflies

Seventh Heaven

Angel in Disgrace

 

Set List Iron Maiden:

Transylvania (Legacy of the Beast videogame promo)

Doctor Doctor (UFO)

Churchill’s Speech

Aces High

Where Eagles Dare

2 Minutes to Midnight

The Clansman

The Trooper

Revelations

For the Greater Good of God

The Wicker Man

Sign of the Cross

Flight of Icarus

Fear of the Dark

The Number of the Beast

Iron Maiden

Encore:

The Evil That Men Do

Hallowed Be Thy Name

Run to the Hills

 

IRON MAIDEN

THE RAVEN AGE

 

 

 

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Noticia publicada por el área editorial.

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