Nota: Claudia Ojeda – Fotos: Andie Borie
Gorillaz en Chile definitivamente ha sido uno de los regresos más esperados por el público y las expectativas de este show han crecido enormemente con los años, esto con razones de sobra, pues no solo hablamos de un alto nivel musical sino de una experiencia sensorial a gran escala.
Cuando eran ya las nueve con diez de la noche en el magnánimo Movistar, se enciende el televisor del gigantesco led de fondo, el fervor se hace absoluto en un rugido ensordecedor emitido por la masa de público que llegó a esta tremenda fiesta del pop y el arte digital, que sirven de intro para la patada inicial. M1 A1 es entonces la elegida por los ingleses de Gorillaz para dar comienzo a un repertorio que dejó a más de un asistente con lágrimas y mucha emoción.
Simplemente magistral, un show que duró más de dos horas que abordó clásicos como Last Living Souls, tema que hizo bailar a todo el recinto y que mantuvo la entusiasta alegría con otras entregas, en las que pudimos apreciar a un público diverso, colorido y muy empatico, la mayoría sin retirarse la mascarilla en toda la jornada, uniformados con merchandising hasta en las cabezas, un verdadero desfile de fanáticos que nos remontó a la energía de los conciertos antes de pandemia, claramente dispuestos a darlo todo.
Aries, Tomorrow Comes Today, Every Planet We Reach Is Dead, Rhinestone Eyes, 19-2000 y Glitter Freeze, son algunas de las joyas de la primera parte del show, las que destacan no solo las capacidades vocales del coro, la voz del eterno Damon Albarn y toda la perfección musical de la banda, sino también las maravillosas gráficas que transportaron a todo el lugar a un universo paralelo en donde el colosal arte de Jamie Hewlett, junto a los personajes 2-D, Noodle, Murdoc Niccals y Russel Hobbs, provocaron una emocionante respuesta de los asistentes, quienes en su mayoría niños, niñas, adolescentes y jóvenes, se llevaron sin lugar a dudas una experiencia excepcional.Llegado el turno de Pirate jet, se destacael fuerte mensaje contra las consecuencias de la pesca industrial expuestos en las imágenes, dejando en claro que no solo hablamos de un espectáculo sino también de una intervención. On Melancholy Hill y
El Mañana, fueron las notas tenues que calmaron las aguas y transformaron el ambiente en un majestuoso coro al unísono de las melodías.
Para finalizar, como siempre con una verdadera fiesta y los rimbombantes Dirty Harry, Feel Good Inc. y Plastic Beach son algunas de las embestidas musicales que caldearon la energía para un público que no dio tregua hasta que comenzara el tan esperado encore. Aunque nuestro querido Damon no hable español perfecto, como bien lo hizo el mismo saber a través de sus disculpas por no darse a entender del todo, nos quedó claro el cariño que siente por estas agradecidas tierras y su gente.
Llegada ya la hora de la despedida, entre los 5 finalistas el siempre esperado Clint Eastwood, tema que yace ya incrustado en la memoria colectiva, nuevamente se posiciona como la favorita de todos y es que realmente hablamos de un himno que no solo nos recuerda los orígenes de esta gran banda, sino lo relevante que son la divina trinidad de Gorillaz; musica, arte y acción.