AMON AMARTH EN CHILE
21 DE MAYO 2014 | BLONDIE
Amon Amarth en Chile – Foto: Claudio Poblete
En una noche que generaba las últimas reservas de lluvia, en un entorno completamente gris y frío, fanáticos a pesar de estas condiciones climáticas repletaban el perímetro del local ubicado en las inmediaciones del metro U.L.A, específicamente en la avenida más importante del gran Santiago.
Blondie era el punto exacto para la nueva llegada de los Death Metaleros Amon Amarth, los suecos venían con la excusa perfecta para presentar en Sudamérica, la última placa lanzada el año pasado de nombre “Deceiver Of The Gods”, que además los tiene en una gira mundial que gracias a quién sea los trajo al escenario capitalino recién nombrado.
Un lleno total fue la primera impresión al llegar al profundo subterráneo en este bohemio laberinto, música envasada con metal melódico acompañado de vídeos recibían a los presentes que creaban un mar de vestimentas negras.
Pasados 10 minutos de la hora indicada, un intro y juegos de luces marcaban la entrada de los suecos y un griterío descomunal. Cabe destacar que antes del inicio los cánticos, gritos y alaridos marcaron la previa con un público que venía con más ánimo que muchos fanáticos de otras bandas.
El puntapié inicial con “Father Of The Wolf” y “Deceiver Of The Gods” marcaba el primer acercamiento de la banda con los asistentes, una entrega de ambas partes de notó en los solos de cada canción y en los que vinieron más adelante, con las voces de los presentes gritando a todo pulmón los riffs ejecutados por Johan Hegg y compañía.
“Warriors Of The North”, “Runes To My Memory” y “Destroyer Of The Universe” fueron algunos de los temas mayormente aclamados, con un buen sonido pero con problemas de volumen en el micrófono del vocalista en el último sector de Blondie.
De todas maneras no tocaron de manera ensordecedora creando un ambiente de buen metal que no colapsa y claramente no se convierte en una masa de ruido, además el recurso de ocupar solo una voz sin apoyo crea un ambiente más crudo, que en vivo suena bastante demoledor.
El show que duró alrededor de 1 hora y 30 minutos con 17 temas demostró lo devotos que son en nuestro país por Amon Amarth, lo buen frontman que es Hegg además de cercano, sumando lo simple de la propuesta de los suecos creó una noche de entrega mutua.
Los últimos temas entregados fueron “Twilight Of The Thunder God” en compañía de un martillo semejante al del Dios Thor, junto a “The Pursuit of Vikings” con coros y saltos en cada lado del local daba el final a un muy buen show que cerraba con la postal de la banda con la bandera nacional.
Una presentación casi perfecta que generaba en un día frío un calor a punta de metal con temática vikinga.
Review: Diego Puebla
Fotos: Claudio Poblete
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