Conciertos
LIVE REVIEW | AVENGED SEVENFOLD en Chile: La nueva era del metal
AVENGED SEVENFOLD EN CHILE
7 DE MARZO 2014 | TEATRO CAUPOLICAN
Por Freddy Veliz
El recinto lucía repleto de jóvenes que se repartían en un rango etario de entre 18 y 25 años en su mayoría, claro que también divisé a algunos quinceañeros y otros algo más pasados en edad, pero en los que el rock y el metal aún siguen fluyendo con intensidad por sus venas.
Mientras sonaba por los parlantes una lista de clásicos de Iron Maiden y Metallica, el público se impacientaba frente al característico Deathbat de fondo. Pasadas las 21:00 horas, un representante de la productora da las disculpas del caso y justifica el atraso de los músicos con el atochamiento que se vive a esas horas en la capital.
Faltando veinte minutos paras las 22:00 horas, se da inicio al show con “Shepherd of Fire” de Hail to the King, la placa que esta vez los trajo de vuelta a Chile, en medio de la euforia y el griterío del público, que por un momento se tornó ensordecedor. M. Shadows y compañía continuaron rápidamente con “Critical Acclaim” del álbum Avenged Sevenfold publicado el 2007.
Es increíble la reacción del público ante cada tema, no bajan la guardia en ningún momento, y el poderoso riff de “Beast and the Harlot” hace estallar el Caupolicán.
Un concierto redondo, la banda ha crecido positivamente, y con lo hecho anoche en Santiago quedó de manifiesto que los norteamericanos son dueños de uno de los shows más potentes girando en la actualidad. Con “Hail to the King”, primer single de su última placa, y que denota las influencias del heavy metal más clásico, al más puro estilo de Judas Priest, con esos solos a dos guitarras y gancheros riff, el público salta y corea en masa. Del mismo álbum continúan con “Doing Time”.
Del aclamado álbum Nightmare la euforia prosigue con “Buried Alive” para bajar las revoluciones con “Seize the Day”.
Las alusiones a Metallica o Pantera salen a la luz con la poderosa “Nightmare” riffs que calan hondo y que nos hacen sacudir las cabezas instantáneamente, headbangins que continúan inmediatamente con la velocidad de “Burn it Down”.
La banda se retira dejando únicamente a Synyster Gates en el escenario para deleitar a sus fanáticos con un pulcro y ovacionado solo de guitarra, que crea un puente para seguir con una aplaudida “Afterlife”. La influencia de Metallica se hace aún más evidente con “This Mean War” otro de Hail to the King. Esos riffs que parecen sacados de punta a cabo de Sad But True, suenan con fuerza de la mano de Synister y Zacky .
Con “Almost Easy” la banda se retira del escenario en medio de los vítores de la audiencia que con un desgarrado “Sevenfold! Sevenfold!! pide por más, y los de Hungtinton Beach vuelven agradecidos y sonrientes ante el espectacular recibimiento de sus fans. Desde lo alto de la platea colgaba un lienzo con la frase “We All Hail Johnny Christ”, abajo en cancha, una chica elevaba un cartel con una caricatura de la banda, otras en los hombros de sus parejas levantaban manos y aprovechaban la posición para intentar registrar la mejor toma fotográfica con sus celulares.
“Unholy Confessions” y “A Little Piece of Heaven” fueron las encargadas de dar por terminado un concierto espléndido. Avenged Sevenfold es más que una banda para adolescentes, como algunos se esmeran en creer, sino que es una agrupación que ha sabido reunir en su música elementos del metal de todas las épocas, evolucionando en su sonido y conquistando a las nuevas generaciones.
“Juventud, divino tesoro” cantó alguna vez Luca Prodán, y lo vivido anoche motiva a seguir creyendo en esas nuevas generaciones, que saben valorar y apasionarse frente a un espectáculo de primer nivel, donde el rock es el mejor aliado, y gracias a exponentes como A7X, todo indica que cuerdas quedan para rato.
Fotos: Claudio Poblete
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