El Club Blondie se llenó de magia y fervor mientras Haggard, una de las agrupaciones más influyentes del metal neoclásico, regresaba a Chile después de una espera de 14 largos años. La banda, reconocida mundialmente por fusionar los sonidos de la música clásica, medieval y el metal, ofreció un espectáculo impresionante que transportó a los asistentes a otros parajes y tiempos.
La noche comenzó con la apertura a cargo de las nacionales de Kiepja, quienes ofrecieron un show cargado de kultrunes y voces, creando un ritual musical colmado de magia. Kiepja, una agrupación de mujeres músicas, cautivó al público con su estilo único de rock metal mantra, fusionando sonidos ancestrales, ritualidad y cantos de poder. La presentación finalizó con una gran aclamación que conectó a los presentes con nuestras raíces.
Pero la espera llegó a su fin cuando Haggard tomó el escenario a eso de las 20:25 hrs. Desde el inicio, quedó claro que estábamos presenciando un concierto de alta calidad musical y humana. La sólida batería de Maurizio Golo resonaba de manera asombrosa, mientras la soprano Janika Groß mostraba su impresionante calidad vocal que por momentos recibía grandes ovaciones. Durante toda la presentación, Asis Nasseri, el fundador, guitarrista y vocalista, mostró gestos y palabras cálidas hacia el público chileno, transmitiendo cercanía y cariño. A pesar de su presencia imponente, Nasseri demostró su vasta experiencia, pero también sensibilidad, envolviendo el concierto con un halo de conexión especial.
Uno de los momentos más memorables de la noche fue cuando el guitarrista Claudio Quarta decidió aventurarse entre el mar de personas de Club Blondie, tocando su guitarra entre el público de quien había recibido unos momentos antes un cálido “feliz cumpleaños” junto a la banda.
El show de Haggard fue extenso, comenzando alrededor de las 20:25 y finalizando cerca de las 23:20. Durante este tiempo, el público disfrutó de grandes éxitos como ‘In a Fullmoon Procession’, ‘Per aspera ad astra’, ‘Of a Might Divine’, ‘The Sleeping Child’, ‘La Terra Santa’, ‘The Hidden Sign’, ‘Prophecy Fulfilled’, ‘In a Pale Moon’s Shadow’, ‘Heavenly Damnation / The Final Victory’, ‘Tales of Ithiria’, ‘The Observer’, ‘Awaking the Centuries’ y ‘Seven From Afar’.
Cada canción era un viaje musical por paisajes épicos y heroicos. Los arreglos orquestales combinados con la potencia del metal creaban una experiencia sensorial única. El público, compenetrado y entregado, se dejó llevar por las melodías y los mensajes líricos profundos que caracterizan a Haggard, además de los poderosos guturales de Asis Nasseri.
Al finalizar, una ovación ensordecedora, entre muchas que hubo durante el concierto, como el clásico “Olé olé olé olé Haggard, Haggardd”, esta última hizo regresar a la banda para el esperado encore, interpretando las canciones ‘Herr Mannelig’ y ‘Upon Fallen Autumn Leaves’, y sorprendiendo al público con una excelentísima ejecución del himno nacional de Chile. Asis Nasseri expresó que este gesto era un regalo para todos, más allá de religiones o política, generando un momento gratificante y lleno de cariño por parte de la agrupación.
La conexión entre la banda y el público fue palpable durante todo el concierto. Haggard no solo ofreció una actuación musical impecable, sino que también se mostró agradecido y cercano a sus seguidores chilenos. Asis Nasseri interactuaba con la audiencia, compartiendo palabras y gestos de afecto. Estos momentos de complicidad crearon una atmósfera especial que hizo que el concierto trascendiera más allá de la música.
El show culminó con un encore 2, donde Lulyta Garza interpretó en la voz ‘Hijo de la Luna’. Esta versión con un estilo único conmovió a todos los presentes, dejando una última y maravillosa impresión en la audiencia. Aunque las canciones terminaron cerca de las 23:20, los momentos de conexión entre los miembros de Haggard y el público asistente prolongaron la experiencia hasta aproximadamente las 23:40.
Sin duda, el regreso de Haggard a Chile fue una experiencia extraordinaria, llena de calidez y excelencia musical. La banda demostró por qué son considerados una de las agrupaciones más importantes del metal neoclásico. La combinación de elementos clásicos, medievales y metal creó una propuesta única en su género. Además, la interacción cercana de Asis Nasseri con el público chileno generó una conexión especial que hizo que la noche fuera inolvidable. Una jornada fenomenal que dejó al público con el deseo ferviente de que la banda regrese antes de que transcurran otros 14 años.
By @lamarce.cubillos
Fotos: @sebastiandominguez.photo
