Connect with us

Live Review Internacional

Gutalax: Como moscas atraídas por la mierda

En Gutalax no había espacio para la amargura, fue un carrete de aquellos, a todo cachete.

Por: @jeff.qlo | Fotografías: Sebastián Manson - @manson.fotografias

Lo de anoche fue una locura hecha plasta de caca luego de varios días sin hacer. Gutalax debutó en Chile con un show que no solo superó cualquier expectativa, sino que se convirtió en una de las fiestas más escatológicas y memorables que ha visto este país.

Desde el primer momento, el caos estaba asegurado. Ni siquiera la prueba de sonido pudo mantenerse en orden, ya que la multitud, sin poder contenerse, se lanzó a saltar de inmediato, desatando un derrame masivo de cerveza y una tormenta de papel higiénico que cubrió el recinto como si estuviéramos en el apocalipsis del inodoro. No había normas ni limitaciones, solo la libertad absoluta de hacer el ridículo con orgullo. Se vió de todo, sin filtro ni censura: desde hombres en tanga, pasando por personajes medievales, hasta disfraces imposibles de descifrar. Cada asistente fue parte de la celebración, vistiendo sus mejores atuendos para rendir culto a la cagadera musical que estaba por desatarse. Se sabe que en festivales como el Obscene Extreme el público de Gutalax es un universo aparte, pero anoche Chile no tuvo nada que envidiarle a nadie. La energía, el desenfreno y la entrega de la gente elevaron el evento a un nivel que pocas bandas pueden presumir.

Caídas, muñecas inflables volando de un lado a otro, tarros de basura que pasaban de mano en mano como si fueran reliquias sagradas, y un pogo tan bizarro como frenético fueron algunos de los elementos que marcaron la jornada. Fue un espectáculo donde la suciedad era el símbolo del regocijo. También se vieron cuerpos lanzándose unos sobre otros, personas bailando con rollos de papel higiénico como si fueran trofeos sagrados, tangas surcando el aire y un público completamente entregado a lo coprofágico. El suelo del Teatro Cariola se convirtió en un río de líquidos residuales, donde mantenerse en pie era una hazaña imposible y el mosh un tornado pestilente que ni siquiera los más firmes stormtroopers pudieron resistir. En Gutalax no había espacio para la amargura, fue un carrete de aquellos, a todo cachete.

La banda, como era de esperarse, entregó todo. Su desplante en el escenario es algo que no se ve en ningún otro lado. Gutalax no solo tocó, sino que convirtió el recinto en un manicomio sin control, un campo lleno de minas de caca donde la única arma era el humor escatológico y el grindcore más infeccioso que se puede encontrar. Sus letras letras profundas, esas que conectan con nuestro Yo más interior, fueron coreadas con devoción. Tal vez muchos no esperaban que una puesta en escena tan de mierda llegara a sonar tan bien como lo hicieron anoche los checos.

Si bien al principio hubo algunas polémicas respecto al horario temprano del show, finalmente se ajustó para que nadie se perdiera esta lluvia de mierda sin contemplación. Y valió la pena totalmente. Lo que ocurrió anoche fue un exorcismo fecal colectivo, un ritual de desmadre donde la música y el absurdo se fusionaron de la mejor manera posible. Gutalax dejó su marca en Chile con todo el hedor podrido de los presentes, y la gente respondió con una de las recepciones más intensas y desquiciadas que se hayan visto. Algo que quedará en la muestra colectiva como una de las noches más cerdas, caóticas y gloriosas de la historia del grindcore en este país. Porque sí, el show fue una mierda… en el mejor sentido de la palabra.

Como un mojón bien cagado, Chile fue la prueba sólida de que hay una escena firme y completamente desquiciada para este género que esperemos pronto vuelva a repetirse. El hedor de los que no fueron dice que lamentan haberse perdido el ser rociados por el desagüe de caca. Gutalax tiene la responsabilidad moral de regresar, esta vez, a un baño muchísimo más grande que el trono donde se sentaron ayer.

Revisa la galería de fotos aquí

Written By

Audiovisual, amante del metalcore y las emociones humanas. Me gusta retratar en mis escritos lo que sienten las personas en los conciertos y analizar el metal desde el desarrollo personal de los artistas ♡

Destacado

Poser vs Trve: El eterno dilema del metal y su paradoja  

Artículos

Garbage En Chile: Una Noche De Furia, Belleza Y Devoción

Conciertos

Rock, metal: El enigma de la catarsis sonora

Artículos

Debut en Chile: Schirenc Plays Pungent Stench y Skeletal Remains traen la brutalidad del death metal

Conciertos

Advertisement

Connect
Suscríbete a #iRockCL