Chile
Gojira + Mawiza, colosos de la perfección
Tras siete años de espera por este gran e histórico suceso, Gojira al fin nos deleitó con su extraordinario metal.
Que difícil plasmar todo lo experimentado ayer en Caupolicán en esta maravillosa jornada de grandes exponentes del Metal consciente, sinceramente no hay palabras exactas para describir todo lo vivido no solo como espectadores sino también por las mismas bandas que ayer sentaron un precedente histórico para el género, más allá de ratificar el hecho que somos uno de los mejores públicos a nivel mundial, también destacaron atributos propios de la perfección y el contenido intelectual, el impacto que puede llegar a tener el metal con consciencia es simplemente una maravilla humana.
Definitivamente los mejores teloneros que pudimos tener, Mawiza (ex Nunca Seremos Dichosos), dejaron claro que no se andan con pequeñeces y menos con inconsecuencias, un show que sin una performance ostentosa logro engrandecer todo con su pulcra interpretación. Una sólida puesta en escena que maravilló a todo el publico y por supuesto estuvo cargado de un potente mensaje político que resonó hasta el ultimo peldaño del gran teatro. A destacar por completo el sentido de identidad que posee esta agrupación nacional compuesta por Awka, Zigurat, Txalkan y Karû, quienes más allá de también conquistar adeptos con su excelente producto musical, son capaces de generar una conexión romántica con el público, algo que muy pocas bandas en nuestro territorio han logrado establecer, pues es el cariño y la admiración por lo que hacen lo que genera esta dinámica. Con un teatro repleto, por primera vez en mucho tiempo vimos a unos teloneros presentarse frente a un respeto absoluto, realmente emocionante lo que se vivió desde el comienzo, a penas se comenzaba a oír la Intro del Purrún la ovación se disparó, en principio pudimos creer que era por la emoción de la espera de Gojira, pero avanzado el setlist con Kutxal, Killari, Kumbague y Ancestral, ya era un hecho que el publico estaba a merced de estos colosales músicos y porque no, representantes de la resistencia en el metal.
El punto enérgico de la presentación es cuando exclaman un fuerte y claro mensaje referente no solo a la causa Mapuche, sino que a los detenidos políticos de ésta y es que un gran aprendizaje nos dejan estos jóvenes, la música es un emisario político trascendental en estos tiempos y ¡¡Nunca!!, es la canción idónea para expresar todo este cometido. Finalmente, el cierre de su presentación fue magistral y estuvo a cargo de Awukan, tema que es una conversión de Battery de Metallica en mapudungun y el sencillo Mawiza, coronando así con un poderoso “ending” de Purrún, que retumbo como serruchos en los tímpanos de todo el Caupolicán, generando una atmosfera prefecta para lo que se venía minutos después.
Si nos preguntamos cuál es el método perfecto para que un público chileno colme un recinto de manera puntual y en pleno día de semana para ver a un artista nacional de telonero, es éste que ha gestado Mawiza, sencillamente mantenerse firmes con el mensaje, coherentes con su metal y leales a la técnica; algo que solo hemos visto en bandas del siglo pasado y que hoy estos nuevos exponentes nos han traído de regreso de una maravillosa forma.
20:20 y la elegancia de Francia nos embestía desde las alturas, un gran telón cae tapando todo el escenario con una gigante proyección; “GOJIRA”, en su máximo esplendor dando catedra de sentido de la estética y la generación atmosférica. Nos adentrábamos entonces a la cuenta regresiva que no tan puntual, pero si emocionalmente perfecta permite que todos los asistentes nos sumerjamos a esta colosal experiencia sin reservas.
La perfección de la madre naturaleza sin límites desde el primer acorde, cae el telón y una sobredosis de destellos y un potente setlist comenzaba a rugir junto al inicio ascendente de Born for One Thing, demostrando que los cortes y la estridencia son el factor dominante de esta gran velada al estilo Francés. Un recorrido soberbio a través de las grandes obras como; Backbone, Stranded, Flying Whales y The Cell, acompañado de unas graficas demenciales que parecían invitar al espectador a desencadenar toda su insana personalidad, pues como bien nos lo dijo en reiteradas ocasiones Joe Duplantier, “Chile, you are insane”, y que bien nos adjudicamos sus palabras, era un real festín maniaco lo vivido anoche, como si la maltratada esfera planetaria nos hubiera suministrado una cuota de esquizoides universos para danzar al ritmo de toda esta impiadosa entrega sonora. ¿Quiénes somos después de esto? Sencillamente mordaces seres sedientos de más y como nos supieron complacer Christian, Jean-Michel y los hermanos Duplantier. Fue entonces el momento de la primogénita Love en una mezcla perfecta con Remembrance, las que sellaron esta primera parte histórica para invitarnos a disfrutar de las últimas creaciones; Hold On y Grind.
Sinceramente esperábamos una interpretación casi similar a la que vivimos en su debut el año 2015, con su excelente metal pero sin mucha conexión con el público, pero al igual que ellos (como bien lo expresó el gran Joe), las expectativas fueron por completo superadas, una cercanía que hacia a esta banda parte de una inscripción casi a nivel genético que nos proporcionó grandes momentos para la historia, como la intervención de Mario y sus carteles con rimbombantes frases chilensis, más las incansables intervenciones del frontman para expresar el afecto y admiración por los asistentes.
Para la mitad de la noche ya estábamos rendidos a la magnificencia, pero nada hacia presagiar lo que vendría, la experiencia audiovisual fue una clase magistral del nivel que gozan estos músicos al momento de dar un concierto en solitario. Silvera fue espectacular, una interpretación que me llevo a un viaje supremo al sundtrack del alma, que posteriormente fue proseguida del delirante cortometraje que desplegaron para Another World, junto al clásico y hermoso sonido de L’enfant Sauvage, hasta ese instante ya era un hecho; un emocionante e histórico concierto que no dio tregua a la enérgica atmosfera generada desde los teloneros. El final se acercaba y raudamente sonaban 3 triunfos del sello de Gojira, Toxic Garbage Island, The Chant denominada por Joe como “lo nuevo” en donde nos hizo cantar al unísono la pegajosa melodía lirica que resonó hasta a través del silencio de apertura para un clásico, como lo fue la gran The Gift of Guilt, que junto a su inconfundible arpegio nos selló el gran viaje administrado por esta magna agrupación.
Tras la implacable ovación causada por todo este demencial y perfecto recorrido a través de los sonidos de la desgarrada naturaleza y el death metal, llegaba el momento de despedirnos y con un exquisito carácter, propio de la distinción y grandilocuente Gojira, nos dejamos llevar por el disparo final de dos grandiosas obras del ultimo tiempo, fue así como New Found y la maravillosa Amazonia, invitaban al final dejando un sabor a victoria, tras acabar todas las entradas, repletar el teatro incluso con avalanchas en todas los accesos y posicionarse como uno de los grandes shows por este nuevo capitulo post pandemia en la historia musical de nuestro país. Es así como entonces podemos exclamar con vanidad que vivimos el paso de Gojira en nuestras tierras y fue grandioso.
Fotos: @crisrock_photography
Nota por Litta