Nota: Freddy Véliz Fotos: @aron.aguilera
Celebrando 10 años de trayectoria musical, Frank’s White Canvas, la banda chilena en formato dúo de la cantante y guitarrista Karin Aguilera y la baterista Francisca Torés, se presentó este sábado 30 de noviembre en Sala Metrónomo del Barrio Bellavista, aprovechando su estadía en el país, donde han actuado en diversos festivales y por distintas ciudades, antes de volver a Alemania, nación donde están radicadas hace un tiempo.
Un centenar de seguidores llegaron al recinto capitalino, para disfrutar la velada y festejar junto a estas artistas excepcionales, que en una década de vida se han posicionado como una de las apuestas más prominentes de la música nacional, con un estilo rockero que no disimula una gran influencia desde el pop alternativo, estas dos talentosas músicas han trabajado cada detalle de su propuesta, desde que partieron tocando en lugares pequeños y paulatinamente fueron llamando la atención por la preocupación que pusieron en sus composiciones, además de trabajar su imagen y puesta en escena, demostrando su interés en entregar un espectáculo integral a la hora de presentarse en vivo, y lo de este fin de semana no fue la excepción, siendo testigos de un show de gran factura donde repasaron parte de su repertorio, apoyadas de videos proyectados en la gran pantalla led de fondo, creando el ambiente propicio para introducirnos en cada una de sus canciones, y envolvernos en su música repleta de momentos donde las emociones juegan un papel protagónico.
Desde la partida con “Hiding Away” unida a ”Wake Up” el público las aplaude y ovaciona, ellas han logrado incluso motivar a un fan club oficial, que en cada concierto se hacen presentes para alentarlas con gritos y pancartas. Su estilo es transversal y conglomeran a oyentes rockeros y otros no tanto, y eso es un plus porque se desligan de una etiqueta específica y su música se siente salida del corazón y no como un mero producto enmascarado. Cortes como “Bullseye”, “Hector” o la excelentísima “Cazador”, a estas alturas suenan a clásicos imposibles de no emocionar al que se enfrenta a sus melodías, letras o arreglos. El público las corea, eleva sus manos, se une en una alianza única con el sentir de estas artistas que se conocieron en el colegio, y lograron conectar su pasión por la música y visión de la vida, hubo magia y esa magia ha perdurado en un trabajo admirable a través de los años, hay ambición positiva por crecer, en base a un ofrecer un producto artístico serio y colectivo, donde no son solo ellas dos, sino que comprende un equipo multidisciplinario que construye este camino.
Con motivo de estas celebraciones, también lanzaron un ep titulado “Time Bomb”, grabado en Londres con el productor Dimitri Tikovoï, mismo que produjo su álbum ‘My Life, My Canvas’ el 2020, que se compone de tres canciones presentadas ante el público de Metrónomo con una aplaudida recepción, canciones que denotan la evolución de la banda al momento de componer e innovar con arreglos electrónicos o rítmicos, “You Better Come Sweating” manifiesta esa búsqueda hacia sonidos más enérgicos y melódicos, que funcionó de gran forma en vivo, enriqueciendo el catálogo de la banda al momento de crear distintos estados en sus conciertos.
Karin nos sorprende también presentando el estreno de una nueva canción, titulada “Insane”, que además fue grabada para un próximo video en vivo. El público también ayudó a que se generara un ambiente enérgico y cómplice para este registro audiovisual. La guitarrista nos da un batatazo inicial con un pesado riff bien metalero que indica como absorben ideas eclécticas, una canción potente que se escapa de lo acostumbrado, pero mantiene el sello que tan bien estampan en su música, donde prima la expresividad de sentimientos profundos que llegan al alma, a pesar de que sus letras, al ser en inglés, probablemente no todos comprendan a cabalidad, pero que si pueden cantar cual karaoke cuando en las pantallas se proyectan en modo lyric video, o simplemente se dejan atrapar por la fuerza interpretativa de Francisca en la batería, o los acordes punzantes de Karin en la guitarra. Todo funciona bien en lo que nos ofrecen, o al menos así se siente en el momento, y es imposible no sentir que la piel se eriza cuando tocan “Good Rebel”, canción que toca fibras internas con su mensaje sobre luchar por los sueños sin rendirse, que representa tan bien lo que ellas han demostrado durante su carrera, en un país tan ingrato con sus artistas, pero cuando hay pasión nada puede detenerte de tus objetivos.
Con “Sleep, Work, Eat”, corte de “My Life, My Canvas”, su único largaduración a la fecha, dieron por finalizada esta fiesta de cumpleaños, en medio de la ovación del público que llegó hasta el corazón de Bellavista, para llevarse un poco de esa emoción que nos inyecta Frank’s White Canvas en cada una de sus presentaciones, una banda que está para grandes cosas, que han trabajado duro para eso, y que seguramente la vida las seguirá recompensando para que el lienzo blanco que las representa, siga recibiendo una paleta infinita de colores y música, mucha música.
