Anoche, el Movistar Arena fue el escenario de una experiencia sencillamente inolvidable. La segunda entrega de la trilogía de El Señor de los Anillos —Las Dos Torres— volvió a la gran pantalla como pocas veces se ha presenciado, siendo acompañada en vivo por una majestuosa orquesta sinfónica y un coro colosal, cuya interpretación elevó cada escena a un plano de resonancia emocional absoluta. Los asistentes algunos incluso disfrazados de personajes épicos de la saga llegaron en masa desde las aperturas de puertas a revivir esta emocionante película a través del poder sonoro de la música.
Desde los primeros acordes de la obertura, se hizo evidente que no estábamos ante una simple proyección cinematográfica, sino frente a un ritual sonoro que rindió homenaje a la colosal obra de Howard Shore con una precisión casi sobrehumana. La orquesta de 200 músicos a cargo del Director Gianluca Febo, dirigida con impecable sensibilidad, logró una ejecución perfecta de cada matiz, de cada crescendo, de cada silencio cargado de tensión o esperanza. Su dominio técnico y emocional del material original fue, por momentos, más impactante que la misma imagen. A esta proeza se sumó el poder de los coros de adultos y niños, dirigidos por Cecilia Barrientos (coro de niños) y Javiera Lara Salvador (coro adultos), junto a dos solistas de gran nivel, Grace Davidson y Borja Zárate, cuya presencia fue, sin exageración, sublime. Las voces, proyectadas con una claridad impecable y una potencia conmovedora, invocaron la dimensión mística de la Tierra Media con una fidelidad casi espiritual. Desde los lamentos élficos hasta los cantos bélicos de Rohan, cada intervención coral pareció brotar del corazón mismo de la película.
La producción, por su parte, no escatimó en esfuerzos. Aunque la pantalla fue más pequeña que la utilizada en la función del año pasado, la proyección se apreció perfectamente, en parte gracias a que el recinto también se encontraba configurado en un formato más reducido. La sincronía entre imagen y sonido fue exacta, sin un segundo de desfase, lo que permitió a los asistentes sumergirse sin distracciones en una narrativa que ya es parte del inconsciente colectivo. La proyección en alta definición y el diseño sonoro envolvente hicieron que cada batalla, cada susurro, cada paso de Gollum en la oscuridad, cobraran nueva vida bajo la luz de la música en directo. Aunque mucho de los asistentes ya hayan tenido la oportunidad en el pasado de haber visto esta saga completa en el cine esta experiencia Sonora adquiere un nuevo valor, pues incluso escenas que ya son parte de un legado histórico como el humor del enano Gimli, quién hizo nuevamente reir a todos, como si se tratase de primera vez viendo la película.
Asistir a Las Dos Torres en Concierto fue más que revivir una película, fue reexperimentarla con una carga emocional renovada, donde la música no sólo acompañó, sino que potenció y expandió el relato. Una experiencia transformadora que recordó a cada espectador por qué El Señor de los Anillos sigue siendo, hasta hoy, una de las epopeyas más importantes del cine moderno. Para quienes amamos tanto el arte sinfónico como las grandes historias del rock épico del celuloide, esta noche fue un reencuentro con lo esencial, con la belleza de lo grandioso, la pasión de lo colectivo, y la capacidad del arte para llevarnos, al menos por unas horas, más allá de nosotros mismos.
Fotos Mario del Río
