Por El Pobre Rocker
¿Qué pasa con el metal en Chile? ¿Somos buenos consumidores de metal en Chile? Quiero partir esta notilla con estas preguntas abiertas, el motivo es porque todos los metaleros del país se embetunan la boca con la frasesita “Chile…país del metal”, pero ¿es así?
Hace unos días se llevó a cabo el concierto de Masterplan en Chile, así es, la banda comandada por el gran Roland Grapow, quien formara parte de grandes discos de Helloween, regresaba a Chile con un tremendo show. Pero sus pergaminos no bastaron para despertar a los “metaleros”, y la baja venta de entradas obligó a producción a cambiar el evento al Club Rock & Guitarras, y pese al cambio, tampoco logró llenar. Si lo miramos de esta forma, Grapow es un gran influyente del metal y el rock, y como tal creo que merecía algo más de convocatoria de aquellos que dicen que Chile es un amante del metal, lamentablemente la cosa no fue así.
Si a esto le sumamos la gran pérdida que fue The Metal Fest, un festival único del metal en nuestro país, que reunía a grandes bandas internacionales y nacionales en un excelente recinto como lo es el Movistar Arena y que prácticamente fue eliminado por esos metaleros que no podían aceptar la idea que una banda como Twisted Sister compartiera escenario con Carcass y Morbid Angel, seguramente los mismos que escupieron a Bunbury en el recordado show de Iron Maiden, o los mismos que ahora reclaman por que Stratovarius compartirá escenario con Kreator en el llamado Rockland Festival.
Si Chile fuera el país del metal, créanme que en los años de The Metal Fest, el Movistar Arena debería haber albergado por lo bajo unas 8 mil personas, pero no se logró, ya que el metalero promedio en Chile no está dispuesto en pagar 60 mil pesos por un evento de calidad y que reúna a grandes bandas del género, quizás esas lucas les alcancen para quedar raja con sus Bálticas baratas.
Pero no todo es con el metal internacional, también lo sufre nuestra escena, y el ejemplo más próximo fue el evento realizado este sábado en el Club Kmasú Premiere, con grandes exponentes del metal criollo como Dorso, Atomic Aggressor, Recrucide, Trimegisto y Saken. Sí, un cartel que daba para reunir sobre 800 personas como mínimo, pero que no logró superar las cien. Como dijo el “Pera” Cuadra (Dorso): “Somos los que somos en esto”, nuevamente me pregunto Chile…¿país del metal?
Quizás la respuesta de muchos a esta pregunta sea positiva, ya que se dejan llevar por un Estadio Nacional lleno con Iron Maiden, o un Monumental repleto con Black Sabbath o Metallica, ¿Será que Chile es país del metal de solo algunas bandas?, si es así, permítan que les diga que Chile no merece ese título otorgado por Chilenos orgullos de un DVD de Iron Maiden en el Estadio Nacional, llenar un estadio en un show de “La Bestia” no es gracia, eso pasa en todo el mundo, otra cosa sería si se hubiese llenado el Velódromo con el concierto de Rob Halford, si no fuimos capaces de llenar ese pequeño recinto para ver al DIOS DEL METAL, no somos nada.
Creo que es hora de ver la realidad tal como es, y no ocultarnos en frasesitas baratas como “Chile, país del metal”, por que la cosa lamentablemente no es así. Somos un país más, donde una inmensa minoría disfruta de los sonidos más oscuros del rock, pero que no es capaz de seguir a estas bandas en vivo, suena duro, pero es la verdad: CHILE NO ES EL PAÍS DEL METAL.
Esta es la historia de un pobre rocker…
