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El alma rebelde de The Offspring: Un viaje entre la nostalgia y la distorsión

La primera vez que escuché “Self Esteem”, no tenía ni idea de lo que significaban aquellas palabras en inglés. Solo sabía que algo en esa canción vibraba en mi pecho, como si un sentimiento antiguo e indescriptible despertara de golpe. Era 1994, o tal vez 2004, o quizás una tarde cualquiera donde la radio todavía tenía el poder de cambiarte la vida. No importaba el año. Lo que importaba era el rugido de la guitarra, el ritmo frenético de la batería y la voz de Dexter Holland, que sonaba como si cada palabra cargara el peso de una juventud rebelde y herida.  

The Offspring no era solo una banda de punk rock. Era un grito de guerra para los perdedores, los inadaptados, los que se estrellaban contra las paredes del mundo sin encontrar una salida. No tenían la furia política de Bad Religion ni la autodestrucción de Nirvana. Eran otra cosa: un equilibrio perfecto entre la irreverencia, la locura y el sentimiento. Podían hacerte reír con “Pretty Fly (for a White Guy)” y, en el mismo álbum, desgarrarte con “The Kids Aren’t Alright”, como si la misma mano que te empujaba al caos también te acariciara la herida.  


Nacidos en los suburbios de California a mediados de los 80, este grupo de jóvenes fue una de esas bandas que parecían destinadas a ser pequeñas, a moverse en la escena underground sin más gloria que la de tocar en sótanos oscuros. Pero el destino tenía otros planes. “Smash” (1994) lo  cambió y revolucionó todo. Con un presupuesto ridículo y un sonido crudo pero magnético, vendió más de 11 millones de copias, convirtiéndose en el álbum independiente más exitoso de la historia del pubk calforniano de aquella época. De pronto, esas canciones que hablaban de fracasos amorosos, noches de borrachera y el vacío existencial de la juventud estaban en todas partes, retumbando los tímpanos de todo a su al rededor, traspasando fronteras inimaginables. Es cierto, The Offspring no inventó el punk, pero sí lo hizo accesible a una generación que no había nacido para ver a los Ramones en vivo o tener la oportunidad de masacrarse en el mosh mientras tocaban los Sex Pistols, y lo mejor de todo es que nunca parecieron traicionar la esencia de las raíces del género. Cuando el mundo los señalaba como “vendidos”, respondían con canciones como “Cool to Hate”, burlándose de la misma etiqueta que les querían imponer.  

Pero el tiempo no perdona, ni siquiera a los rebeldes. Aquella energía desenfrenada de los noventas se fue transformando en algo distinto. The Offspring siguió lanzando discos, algunos memorables, otros menos inspirados, pero siempre con esa chispa que recordaba sus mejores días. La voz de Dexter se mantuvo intacta, aunque sus letras empezaron a reflejar el peso de los años. Para muchos de nosotros, esta banda es un puente a otro tiempo. Escuchar “Why Don’t You Get a Job?” nos devuelve a esos días en que no había facturas que pagar ni preocupaciones más grandes que elegir el próximo CD para comprar. “Gone Away” sigue doliendo como la primera vez, y “You’re Gonna Go Far, Kid” nos recuerda que, aunque crezcamos, la irreverencia nunca nos abandona del todo.  

Quizás lo más hermoso de The Offspring es que nunca se tomaron demasiado en serio. No son mártires del punk ni leyendas trágicas. Son tipos que hicieron música porque la amaban, porque tenían algo que decir, porque, en el fondo, sabían que el mundo necesitaba una banda que pudiera hacerte saltar y al mismo tiempo hacerte pensar. Y así, cada vez que suena “Come Out and Play”, algo en el aire cambia. Es como un portal que se abre a un verano eterno de patinetas, camisas de cuadros y noches que huelen a libertad. Porque, aunque los años pasen y el punk se transforme, siempre habrá un acorde de The Offspring resonando en el corazón de quienes, alguna vez, encontraron en su música un hogar.

Si alguna vez gritaste Self Esteem a todo pulmón o te emocionaste con The Kids Aren’t Alright, prepárate: The Offspring llega a Chile este 18 de marzo en el Movistar Arena. Una noche de pura energía, himnos inolvidables y ese espíritu rebelde que nunca muere.

⚡ No te quedes fuera. ¡Consigue tus entradas y vive el punk en su máxima expresión!

Written By

Notera y creadora de contenido en iRock. Leal servidora del Rock, el Metal y los sonidos mundanos. Conductora en "La Previa" y Co-conductora en "Rock X-Files". | Mail: litta@irock.cl

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