Por: Freddy Véliz
La banda nipona Otoboke Beaver tiene una trayectoria de 15 años en el ruedo, desde que se forman en Kioto. Cuatro jóvenes mujeres que saltan desde el underground japones para comerse el mundo con una propuesta desenfrenada y explosiva que, según lenguas que han estado presentes en sus conciertos, te dejan boquiabierto y con las pulsaciones a mil por hora.
Letras que hablan de temas personales, y un enfoque que inconscientemente fueron aglutinándose dentro del feminismo, por las experiencias de su vocalista Accorinrin, y que con el paso del tiempo se asocian al movimiento Riot Grrrl originado en Estados Unidos, se complementan con ritmos veloces y cambiantes, su propuesta si bien se etiqueta como punk rock, puede extrapolarse hacia sonidos noise, post punk, e incluso Avant garde al más puro estilo Mr Bungle o Naked City.
Visualmente las integrantes muestran una faceta poco tradicional en una banda punk, con coloridos vestidos que a primera vista, si te las encuentras en la calle, probablemente verás a cuatro inocentes chicas dignas de coleccionar muñecas o peluches kawaii , pero al momento de enfrentarte a su música, sea en sus discos o sobre un escenario, sentirás un duro puñetazo a tus sentidos, como probablemente banda alguna lo ha hecho. La energía desbordada es complementada con un sentido del humor único, arraigado a sus orígenes orientales, ellas sonríen y juegan en sus presentaciones, mientras la distorsión de la guitarra de Yoyoyoshie arde complementando el canto catártico de Accorinrin, e Hirochan nos vuela la cabeza con su poderosa ejecución del bajo, y su actual baterista, Kahokiss, aprieta el acelerador de la batería como una máquina de inagotable carga energética, todas músicas extraordinarias que ofrecen un espectáculo donde emana la diversión y delirio.
Con varios demos y Eps a su haber, el 2022 lanzan “Super Champon”, primer largaduración con temas nuevos (el anterior titulado ‘Itekoma Hits’ se trató de un compilado de sus eps.), que se llenó de elogios por parte de la crítica especializada, y músicos como Mike Portnoy o Dave Grohl no han dudado en recomendarlas, el ex Nirvana y líder de Foo Fighters dijo d sobre ellas “..Te dejará boquiabierto. Es la mierda más jodidamente intensa que hayas visto…” , luego de que la banda comenzara a girar por Estados Unidos y Europa, siendo parte de grandes festivales como Coachella 2018, el importante festival danés Rolskilde, el afamado Primavera Sound en Barcelona, entre otros, además de cientos de presentaciones en vivo que las mantienen con una copada agenda en su natal Japón y otros países de la región asiática.
El cuarteto es parte de una escena que cada vez toma más fuerza en la isla oriental, herederas de exponentes como sus compatriotas Midori, Otoboke Beaver se nutre de una extensa gama de sonidos que resulta en una propuesta furiosa y experimental, sin perder la esencia punk en la que se engloban y con la que han ido creciendo en popularidad. Su nombre se inspira en un motel parejero de Kioto, ellas se autodefinen como una “Banda de chicas japonesas que te noquean o te hacen un pastel” y claramente es una definición acertada cuando nos enfrentamos a sus acelerados y agresivos ritmos, que de un momento a otro cambian a melodías de un pop alegre y dulzón, pero con una cuota de ironía y sátira. Sin dudas es una de las bandas más impactantes de la música actual japonesa, y tienen un largo camino por delante para seguir devorándose el mundo, esperemos pronto desvíen su ruta hacia Sudamérica y podamos tener la experiencia de enfrentarnos a su música en directo y corroborar los halagos que han recibido en sus millas recorridas por el planeta.
Desde ya, si aún no las conoces, te invitamos a conocerlas y empaparte de esta fresca propuesta del otro lado del pacífico.
