Por Maria José Sandoval
Dirigida por el director griego Yorgos Lanthimos (de filmes como “Langosta” y “El sacrificio de un ciervo sagrado”) nos trae el drama cargado con humor negro para retratar la historia de Ana de Gran Bretaña, la última del linaje Estuardo y de un reinado del que poco habla la historia.
Bajo el contexto de la guerra entre Inglaterra y Francia, Ana (Olivia Colman) pasa por una gran depresión y crisis en su salud que la mantienen caminando con gran dificultad, sin embargo, su consejera y amante, la duquesa Sarah Churchill (Rachel Weisz) toma el control de las acciones políticas de la reina hasta que alguien, Abigail (Emma Stone), se sobrepone para desatar una guerra entre mujeres hermosas, poder y maquinaciones políticas.
La reina con tres rostros
Es interesante ver cómo la disputa del poder, del favor de la Reina, va transformándose en revelar que ni la misma Reina puede con el trono.
Y aquí es cuando hay que destacar la labor intensa en la interpretación de Olivia Colman, cuyo personaje sufre el peso de haber perdido 17 hijos, de enfrentarse a un parlamento lleno de hombres que no creen en ella por ser mujer y por “no ser hermosa”, en donde su autoimagen está por los suelos, su salud física tambalea y su confianza va desapareciendo, y todo esto, en medio de una guerra en donde ella debe sentar las bases para la victoria y lo mejor para su país. Un Globo de Oro totalmente merecido para su papel como “Mejor Actriz de Reparto”.
Incapacitada por la depresión, para seguir con sus labores, Sarah es quien se encarga desde la tesorería a ocuparse del destino de Inglaterra junto con sus soldados y los impuestos de su gente. Sin embargo, Abigail es quien coloca el desorden en esta trama.
Con el trágico descenso del dinero de su familia, a pesar de ser de origen noble, llega al palacio para ser una sirvienta pero no tarda en abrirse paso a la alcoba real, ganándose el favor de la reina rápidamente.
Es así, como la historia va tanteando entre Ana, Sarah y Abigail, en una división que queda algo extraña a momentos, puesto que el largometraje va dividiéndose en capítulos con títulos como “Este barro apesta” y aunque es una visión original de ver el filme, a ratos la retrasa de su ritmo normal y la hace más lenta.
Lo interesante es que las dos co-protagonistas femeninas consiguen tener el poder suficiente como para disputarse en una entretenida y cómica, y a momentos, grotesca pelea por el corazón y el favor de la monarca.
La Inglaterra absurda
Llena de excesos, de cinismo, atracciones y secretos, “La Favorita” goza de una buena cuota de humor negro y otra del sentido de lo absurdo, que la balancea bien para burlarse a momentos de los estilos de la época, del goce de poder de los hombres y que aquí lo poseen las mujeres principales y que hasta se da el lujo de ridiculizar los bailes de la época.
No se olvida de hacer un paseo por los horrores que han tenido que pasar las protagonistas para sobrevivir en un mundo de hombres, pero sí se olvidan de lo que pasa fuera del palacio, sin tener en cuenta la guerra que se lidera afuera y las penas por las que tiene que pasar la gente, pero que a fin de cuentas era una realidad que no veía la reina.
Hay que decir, que si bien “La Favorita” es una obra con un estilo griego bien marcado, se vuelve una sátira bastante extraña conforme van pasando los sucesos. Decae de forma cruel justo al final y no le hace justicia a la historia que nos muestran en un principio.
Es una buena película, con comedia entre medio pero con un estilo que puede fácilmente aburrir a algunos por cómo está dividida y construida.
Te hará reír y conmoverte con las historias entrelazadas de estas tres mujeres que terminan por tomar las riendas de este reino con reglas rígidas y anticuadas pero que cuyos personajes no tienen nada de eso.
Una Inglaterra con élites libres y grotescas pero en lo privado, con reinas incapaces de hablar en público, con “Lords” derrochadores y con un estilo único, a ratos perjudicial y a otros original.
“La Favorita” llega este jueves a los cines nacionales para enseñarte un mundo antes poco narrado de manera tan irreverente como lo logra hacer Yorgos Lanthimos.
Si aún no has visto el tráiler, no te preocupes, que aquí te dejamos el adelanto: