La Era del Rock:
El gato sigue cantando
Por Freddy Veliz
El 15 de Enero del 2003, recuerdo que estaba en mi departamento escuchando la Radio Futuro, cuando informan como noticia de último minuto la muerte de Eduardo “Gato” Alquinta, la sensación que me vino fue como si me anunciaran el fallecimiento de un familiar cercano, de un amigo. No podía creer que eso fuese verdad, no quería que fuese verdad. Quedé casi en shock, y no exagero, el Gato era el hombre que a través de su voz y su Gibson Les Paul impregnaba de mística a la banda, recordemos también que uno de los impulsores en el estilo que forjarían Los Jaivas en sus comienzos, fué precisamente Eduardo Alquinta, quien luego de recorrer Sudamérica vuelve con toda una gama de ideas latinoamericanistas, las que comienzan a fluir en la música de la agrupación oriunda de Viña del Mar.
Poco antes de su muerte, Gato había anunciado que estaba trabajando en recopilar información sobre la cultura mapuche, que daría pie a un nuevo álbum, todo quedó inconcluso.
Si revisamos la historia posterior de Los Jaivas, nos damos cuenta del valor de Eduardo, al no vislumbrar una continuidad creativa, la banda sigue en pie, dando conciertos, Grabaron en Rapa Nui, tocaron en Torres del Paine, estuvieron en Lollapalooza Chile y luego invitados a la versión de Chicago, abrieron el show que Robert Plant diera el año recién pasado en Movistar Arena, siguen muy activos, pero sin publicar nada nuevo. Me pregunto si eso se debe a que ¿no hay una cabeza creativa, o les es más comodo seguir explotando la sandía calada?. Se agradece el hecho que continuaran con la banda, incluyendo a Ankatu Alquinta, Carlos Cabezas y Pancho Bosco, pero el que no compongan cosas nuevas, nos hace extrañar mucho más al Gato.
Su velorio ha sido uno de los más multitudinarios que Chile haya conocido, demostrando la transversalidad de la obra de Los Jaivas, y lo querido que era Eduardo por nuestro pueblo, cariño que se ganó, aparte de su innegable talento artístico, por su sencillez y cercanía con la gente común. Algo que deberían aprender muchos que con salir una vez en la radio o en la Tv. se sienten rockstar y terminan mirando a sus fans hacia abajo. Eduardo era un artista completo, multifuncional instrumentista, con un timbre de voz inigualable, con unos tonos altos imposibles, que se extrañan en demasía, a pesar del esfuerzo que hace Cabezas por ser lo más fiel en su interpretación.
El 15 de Enero del 2003 Chile perdió a uno de los más grandes artistas de su historia, comparado solamente con una Violeta o un Víctor Jara, lamentablemente y a pesar de esa gran pérdida para nuestra cultura como País, ese día las autoridades ni siquiera tuvieron el tino de decretar duelo nacional, pero no importa, porque el pueblo dijo otra cosa, y su voz está presente en la memoria de todos nosotros.
Si en Seattle existe una escultura a Hendrix, porqué aquí nadie ha hecho algo similar por el Gato?, creo que hay un busto en la Quinta Vergara, pero ¿se merece solo eso?, ¿Por qué no una importante avenida que lleve su nombre como homenaje? ¿Un Teatro? ¿Una premiación?, ¿si hasta Don Francisco tiene una calle? ¿Cómo se miden los legados en nuestro país?, lamentablemente la tv nos tiene tan embrutecidos, que los animadores y hasta los protagonistas de los reality parecen ser más importantes.
A 10 años de su partida, sólo nos queda decir Gracias Gato!!, te extrañamos y tu voz sonará por siempre en el alma de todo el pueblo chileno.
