Connect with us

Conciertos

Living Colour: El culto de unos pocos

Estuvimos presente este 15 de Octubre en una fenomenal jornada junto a los norteamericanos Living Colour, quienes por sexta vez se presentaron en nuestro país

Screenshot

Nota: Freddy Véliz Fotos: Cristián Carrasco

Estuvimos presente este 15 de Octubre en una fenomenal jornada junto a los norteamericanos Living Colour, quienes por sexta vez se presentaron en nuestro país. Una banda ícono de los noventa, en cuya primera mitad vivieron su mayor exposición mediática originada durante los últimos respiros de los ochenta, transformándose en una de las propuestas musicales más emblemáticas del rock. 

La cita fue en Club Chocolate, mismo escenario en el que se presentaron el 2019, esta vez con la apertura nacional de la banda serenense Paralaje, que desenfundaron potentes cortes, con toques de nü metal y una actitud desafiante y bien cohesionada que dejaron una muy positiva impresión en los asistentes. Un breve show que sirvió para ir calentando motores para lo que se venía, y conocer parte de su trabajo discográfico, que aprovecharon de exponer ante un público que aplaudió su sólida actuación.

A las 20:30 y probablemente con algunos minutos de más, los neoyorkinos suben al escenario acompañados de la famosa Marcha Imperial que John Williams compuso para la saga Star Wars. Una entrada grandilocuente para recibir a estos cuatro eximios músicos que satisfacen los oídos más exigentes y transversales, quienes reciben la primera estocada con “Leave it Alone”, reconocible clásico incluido en ‘Stain’, álbum que sella la madurez absoluta del conjunto en 1993, y que junto al primordial “Vivid” (1988), se adueñan de un set absolutamente explosivo en el interior del recinto capitalino. 

Para los seguidores que no han perdido oportunidad de ser testigos de los shows en vivo de la banda conformada por Corey Glover en voz, Vernon Reid en guitarra, Will Calhoun en batería y Doug Wimbish en bajo, no es de extrañar lo portentoso y atronador del sonido que expulsan en sus presentaciones, lo de este martes no fue la excepción y mientras acribillaron con ovacionadas interpretaciones de cortes como “Desperate People”, “Ignorance is Bliss”, “Bi” o “Ausländer”, no hubo más alternativa que rendirse ante la excepcional performance de los afroamericanos, que saben aunar una diversidad de músicas que se cruzan entre el funk, con dosis de hip hop, metal, hardcore y la sutileza del soul y el jazz, naciéndoles de la forma más natural que podemos apreciar en una banda de artistas con coraje y talento.

Vernon Reid es apabullante, y sus solos incendiarios con notas a mil por hora, pero que usa variedad de recursos que impregnan texturas diversas a su performances, son acompañados al otro costado con un impresionante Doug Wimbish en el bajo, creando figuras que asombran y dejan sin aliento si te quedas hipnótico observando como domina su instrumento. No por nada es un bajista requerido por grandes nombres de la escena mundial, quienes han contado con sus colaboraciones. El concierto avanza como un tren a toda velocidad que arrasa con todo por delante. Alto impacto en piezas como Funny Vibe o Sacred Ground, que a pesar de un fallido comienzo por algunos percances técnicos, no mermó el desarrollo de un concierto de excelencia, que tuvo uno de sus momentos de mayor éxtasis, cuando Glover canta las primeras frases de “Open Letter (to a Landlord)”, luciendo su bien mantenido registro que no acusa desgaste alguno, llegando a emocionarnos con su capacidad vocal, antes de salir de escena y dejar al baterista Will Calhoun derrochar su energía en un solo compacto, que desarrolla sobre la base de un loop que registra in situ, recibiendo la ovación merecida que el público le entrega, antes de que los demás integrantes vuelvan para una segunda parte, reservada para sus grandes hits como la incisiva y coreada “Glamour Boys”, que es interpretada luego de un medley con versiones de “White Lines (Don’t Don’t Do It) / Apache / The Message”, libertades que se da el conjunto para construir un concierto variopinto en emociones.

La caldera a fuego alto se encendió con una triada incólume de clásicos como “Love Rears Its Ugly Head”, el disparo hardcore de “Times Up”, que impulsó a parte del público a desordenar las primeras filas del aforo y “Cult of Personality”, todo un himno de la agrupación estadounidense que invitó a corear con puño en alto a un público ferviente, que luego se dejó llevar por la calmada cadencia de “Solace of You” que puso el punto final a este regreso de Living Colour por nuestro país.

Los liderados por esa dupla invencible de Vernon Reid y Corey Glover, a pesar de su alto rango entre los grandes exponentes del rock en la historia, no cuentan con una masividad considerable en nuestro país, y así ha quedado de manifiesto en cada una de sus visitas, con shows en espacios más bien reducidos, su vigencia se mantiene dentro de los límites de una banda de culto, que cuenta con un grupo acotado de seguidores y conocedores de la riqueza y valor de musical de la legendaria agrupación, que está celebrando cuarenta años de historia, una que conoció la cima, pero que no se nubló ante la fama, y con altos y bajos, supo llegar a este milenio con la frente en alto y una admirable capacidad para seguir sorprendiendo.

Written By

Esta noticia fue publicada por el área editorial de iRock.CL

Destacado

El Poder del Rock y el Metal: Canciones que Han Salvado Vidas Más Allá de la Música

Artículos

Los Momentos Más Icónicos del Metal y el Rock este 2024

Artículos

Mortiis y Nytt Land llegan a Sala Metrónomo

Chile

Patti Smith llega a Chile con su proyecto Correspondences

Chile

Advertisement

Connect
Suscríbete a #iRockCL