Por: @jeff.qlo
Probablemente no haya palabras suficientes para describir lo monumental que es Meshuggah. Esta banda sueca es un coloso en movimiento, capaz de generar una verdadera catatonia en quienes la escuchan. Incluso su propio nombre, tomado del hebreo, significa “Demente”, y no es casualidad. No sólo rompió los moldes del metal extremo, sino que creó un sonido único que ha dejado una huella imborrable en el género.
Sus primeras canciones mostraban una fusión de death y thrash metal, donde la agresión era el eje central. Sin embargo, no fue hasta la salida de su icónico álbum Destroy Erase Improve en 1995 cuando la banda marcó un antes y un después en su carrera. Este álbum les permitió encontrar un enfoque distintivo que los convertiría en los arquitectos de lo que más tarde se conocería como djent, un subgénero que surgió a partir de la evolución de su sonido. En este punto, Meshuggah empezó a desarrollar esa complejidad técnica y rítmica que los definiría.
ObZen (2008) fue el álbum que catapultó a Meshuggah al estrellato mundial. Con sus ritmos energéticos, demoledores y extremadamente complejos, la banda logró capturar la atención de una audiencia global. Canciones como Bleed se convirtieron en himnos del metal extremo, mostrando su dominio sobre polirritmos y estructuras musicales no convencionales. Este nivel de precisión técnica, sumado a su capacidad para mantener una atmósfera opresiva, les ha ganado el respeto de músicos y críticos por igual.
Además de su destreza musical, el contenido lírico de Meshuggah ha sido otro de sus puntos fuertes. La banda ha destacado por explorar temas filosóficos, existenciales y profundidades de la psique humana, creando un universo sonoro y temático que va mucho más allá de la agresividad típica del metal. Sus álbumes son verdaderas obras conceptuales, diseñadas para ser escuchadas como un todo, invitando a los oyentes a sumergirse en su complejidad.
Liderada por Jens Kidman en la voz y el maestro de las seis cuerdas Fredrik Thordendal, han sido descritos por críticos como “la banda más importante del metal extremo desde Slayer“. No es para menos. Su discografía es una obra maestra de experimentación e innovación. Si el cineasta David Lynch decidiera tomar alucinógenos y agarrar una guitarra sin tener conocimientos previos, probablemente terminaría creando algo como Meshuggah: oscuro, caótico, pero profundamente fascinante.
Su última visita a Chile fue un evento que dejó una marca indeleble. Durante dos días consecutivos, desató verdaderos terremotos sonoros en territorio chileno, fue un momento histórico para los amantes del metal en Chile, y sin duda, será recordado como uno de los conciertos más memorables. Ahora, los fanáticos se preparan para otra jornada épica donde Meshuggah presentará su más reciente álbum, “Immutable”. Con un título que lo dice todo, el disco promete ser una verdadera explosión de poder y técnica. El regreso de estos titanes a Chile será, sin duda, uno de los eventos más esperados y furiosos del año, una cita imperdible para quienes buscan ser testigos de la furia desatada de Meshuggah en su mejor forma.
El evento se llevará a cabo este próximo 22 de octubre en el Teatro Caupolicán. Las últimas entradas se encuentran disponibles a través de PuntoTicket, con la localidad de Cancha ya agotada.
Produce Transistor.
