Por Freddy Véliz
En Enero de 1973, Los Jaivas editan bajo el sello IRT su segundo largaduración. De título homónimo, el disco termina siendo conocido como “La Ventana”, debido al arte de la carátula que incluye una ventana abierta quedando a la vista un grupo de aves, bajo un cielo decorado de nubes con el nombre de la banda en el centro. Más tarde en otras ediciones, el disco fue lanzado como “Todos Juntos”, porque en el álbum se incluía este clásico que había sido lado B del single ‘Ayer Caché’, convertido en todo un himno del conjunto de la V región.
Luego del Golpe de Estado en Septiembre de 1973, muchas grabaciones quedaron guardadas en bodegas del sello o simplemente desaparecieron, entre estas estaban los master originales de este futuro emblemático álbum, lo que significó que todas las ediciones posteriores se hicieran a partir de otras cintas, las cuales dieron resultados que nunca fueron satisfactorios.
Hace un tiempo estos master fueron encontrados y comenzó el proceso de recuperación, y la decisión de Los Jaivas de por fin reeditarlo como fue presentado en su fase original, pero remasterizado con tecnología actual. Un trabajo arduo que estuvo a cargo del destacado músico e ingeniero Mariano Pavez, quien debió tomar estas cintas y devolverles la vida a partir de la grabación realizada en esos años por Fernando Mateo y Franz Benko, con todos los obstáculos que significaba grabar en ese tiempo en Chile.
En iRock conversamos con Mariano Pavez respecto de lo que fue esta experiencia.
Hola Mariano, un gusto poder conversar contigo sobre, lo que creemos, es uno de los hitos discográficos de este 2020 en nuestro país. Es una tremenda responsabilidad abordar una obra histórica, de una banda tan emblemática en Chile ¿Cómo asumes desde el primer momento la responsabilidad de remasterizar esta joya de Los Jaivas, en especial, cuando se trata de un disco cuyos master estuvieron casi cinco décadas guardados o perdidos?
Yo había trabajado en los noventa con el Aconcagua y el Obras de Violeta Parra, pero eso es otra cosa, ya que son discos que venían bien, eran discos más nuevos, grabados en cintas DAT, o sea no era un material tan arcaico. Cuando me tocó ver las cintas de este disco fue terrible, eran unas cintas que estaban en un estado que si no se manipulan bien, se pueden hasta deshacer en tus manos, imagínate me llega a pasar eso, me voy preso, sería como tener un master con grabaciones inéditas de Violeta Parra y se me rompen, sería fatal. Estos materiales con el tiempo se van degradando, las cintas estuvieron guardadas 47 años, la emulsión y el material es sumamente delicado. Una mala calibración de la máquina reel te las puede cortar.
Y una vez con estas cintas en la mano, como comienza el proceso
Fuimos al estudio del Chalo González, ya que él cuenta con la réplica de una máquina con la medida de los master. Comenzamos a abrir las cintas, que estaban envueltas en papel aluminio para protegerla de cargas electromagnéticas, porque por los elementos con lo que estas cintas se componen, cualquier contacto con cargas de ese tipo, las puede dañar.
Bueno, abrimos las cajas, que venían con información en etiquetas de papel, que con los años estaba café, eran como un papiro (risas), tipeado con máquina de escribir. Tomamos las cintas y comenzó el proceso de restauración. Nos encontramos con unas versiones grabadas en Mono, porque en esa época se transmitía en monocompatibles, entre esas está “Todos Juntos” y “Ayer Caché”, yo buscaba alguna versión en estéreo de esas canciones, pero Claudio (Parra) me dijo que no había versiones estéreo de esos temas, pero si había de otros y felizmente las encontramos. Comenzamos el proceso de escucharlas tardes enteras y decidir como abarcaríamos los detalles de cada uno de esos temas. La diferencia entre las grabaciones mono y otras estéreo creo que es porque en la época grababan las canciones en distintos estudios y no todos tenían la misma tecnología de grabación.
Debe haber sido un trabajo muy complejo
Sí, creo que el manipular las cintas fue lo más complejo, al menos a nivel físico, porque después viene el otro proceso que también presenta varias complejidades más técnicas.
Ya con esa primera etapa superada, ¿Qué vino después?
Una vez todo digitalizado, me lo llevé a mi estudio (Mate Producciones). Ya con los wav en mi computador me fui encontrando con varios detalles, como cambios de velocidad en algunas partes, lo que se provoca cuando la cinta se estira y cambia el pitch. Gracias a la utilización de software que detectan los cambios de tono o velocidad fui corrigiendo esos detalles, para homogeneizar las alturas tonales y de tiempo que se presentan debido al formato original, y el deterioro de las cintas. Fue una semana completa de trabajo solo para eso. De ahí pasé a corregir la parte más estética, como el ruido, y eso es bien delicado, porque vas restando ese ruido y si bajas mucho puedes perder armónicos de los instrumentos, entonces hay que tener mucho criterio, para no alterar demasiado el audio. Un trabajo delicado que se logró súper bien. Después viene el proceso de ecualización, retocar frecuencias y homogeneizar las canciones, porque había temas que venían de diferentes fuentes.
Dentro de todo ese proceso ¿Qué intervención tuvo la banda?
Tuve relación directa con Claudio Parra, con él revisábamos, y luego seguramente le mostraba los avances a la banda y tomaban decisiones, pero mi trabajo fue siempre directamente con Claudio, con quien igual hubo momentos anecdóticos. Como cuando estábamos en ese proceso de homogeneizar los temas y dar los cortes definitivos en los inicios o finales de las canciones. Claudio quería escuchar el disco completo, entonces íbamos en orden y él me iba comentando sobre los instrumentos y otros elementos que usaron. Como una plancha de aluminio a la que Gabriel golpeaba por detrás y eso activaba el instrumento que era lo que finalmente se escuchaba. Me iba explicando esos detalles de cómo grabaron el disco, y eso me tenía maravillado.
Todas esa experiencias que me contaba Claudio, de cómo iban experimentando con distintas cosas en el estudio fue fascinante para mí, como músico y como ingeniero.
Por ejemplo hay una improvisación de la cual se incluye solo un extracto, y Claudio me contaba que la improvisación original duraba cuarenta minutos, y que en el proceso de grabación se escogían algunas partes, se cortaba la cinta y así armaban la canción.
Ciclo Vital es una de esas improvisaciones según entiendo, de esa canción se decía que los master no existían, entonces ¿Los encontraron?
Bueno, ese tema fue uno de los que me tocó empatar con los otros, porque eran de otra grabación. Sonaba distinto al disco en sí, yo creo que es porque en esa época los discos no los grababan todos de una vez. Grababan las canciones, reunían material y sacaban un disco.
¿Cuál fue la duración total de todo el proceso?
El proceso duró como un mes, al menos por mi parte. La fabricación del disco ya es otro proceso y de eso no domino los timing. Pero se que se hizo un trabajo extraordinaro.
Hay canciones como “Los Caminos que se abren” donde se incluyen arreglos de cuerda, que nunca se han definido bien en las distintas ediciones publicadas. ¿Como trabajaste esos detalles?
Claro, se hizo un proceso de restauración de armónicos para resaltar los matices de los instrumentos, aclarar algunas partes. Y me di cuenta también analizando las grabaciones que me llegaron, que a veces subían mucho la dinámica de los temas, y se les distorsionaba demasiado la grabación, entonces tuve que quitar distorsión armónica en algunos pasajes, pero es delicado y nunca le puedes sacar todo, y como ya viene así en el master original, tampoco se puede hacer mucho.
Dentro de la lista de canciones, ¿Cuál fue la más compleja de trabajar?
Uno que fue bien complejo de trabajar fue “Marcha al interior del Espíritu”. Es una canción que sonaba más distorsionada, y creo que quedó súper bien lograda.
Desde la perspectiva profesional, qué gana y pierde el disco con esta reedición. ¿Crees que hay detalles que te hubiese gustado resultaran de mejor forma, pero no se logra por motivos técnicos?
Primero uno trabaja con la limitante de cómo se registró, y todo ese proceso por el que debe haber pasado la grabación en esa época. En general los discos de esos años son todos sucios, no vamos a encontrar grabaciones muy limpias como por ejemplo un disco de Tear For Fears, son otros tiempos, menos con lo que había tecnológicamente en Chile. Teníamos que rescatar lo que existía y obviamente mejorarlo para que la gente pueda disfrutarlo el 2020. La idea es mejorar las canciones pero tampoco ser invasivos. Creo que se logró 100% el objetivo.
Desde tu experiencia personal, ¿Qué significó tomar este trabajo?
Fue un honor y una responsabilidad tremenda, creo que es uno de los trabajos más importantes y lindos de mi carrera como ingeniero y productor musical, por lo tanto, estoy súper contento con los resultados, y he recibido muy buenos comentarios al respecto. Fue una pega genial, y que agrado para mi haber participado en él.
Para finalizar ¿Qué otro disco de Los Jaivas te gustaría reeditar, o alguno de otra banda de las grandes?
Sería muy interesante tomar el Alturas de Machu Picchu y el Aconcagua (otra vez) y llevarlos a otro nivel. Con todo lo que uno puede manejar actualmente sería un gran desafío, a pesar de que esos discos son de los mejores que suenan de ellos, por lo menos de esa época. Y de otra banda grande, bueno trabajé con Illapu, y me gustaría trabajar con Lucybell, con quienes a pesar de ser amigos, nunca se ha dado la oportunidad.
Bueno Mariano, un placer conversar sobre esta gran experiencia contigo, te felicito por este logro, y seguramente será un trabajo muy apetecido por los fanáticos de la banda y el mundo melómano en general, te agradecemos el tiempo otorgado.
“La Ventana” fue reeditado en versión Vinilo y Cd, y saldrá a la venta este jueves 28 de mayo en los siguientes puntos:
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