Por Geraldine Bavarovich
Siempre dicen que las primeras impresiones son importantes y desde el momento en que aparecieron por nuestros televisores, con un video musical bastante desordenado, llamaron nuestra atención. Cinco muchachos posicionados en una escenografía setentera, dieron el inicio a una especie de hipnotismo en donde los oídos se llenaban cada vez más de la rítmica tan particular de su primer single Last Nite, canción que hoy alcanza la categoría de icono entre quienes disfrutamos de las bandas “garage”.
Eso precisamente ha sido lo que ha posicionado a The Strokes como una de las bandas más esperadas en lo que será la versión 2020 del Lollapalooza.
Una mezcla perfecta entre la clara influencia del sonido “garage” de los años 70’s y un toque de “brit pop” (paradójico, siendo una banda estadounidense) que capta todos nuestros sentidos. Siendo Is This It su álbum debut, The Strokes no sólo nos entrega armonías refrescantes con Last Nite, sino que también nos conquistó con canciones como Hard To Explain y Someday. Es ahí cuando los meticulosos empezamos a desglosar sonidos y nos encontramos con las características guitarras de Albert Hammond Jr y Nick Valenci. Logran tener esta hermosa particularidad, fusionando 12 cuerdas, como si quisieran transmitir la energía de dos niños que juegan a las pilladas, en donde Nick introduce arpegios y escalas muy agudas que tratan de alcanzar el ritmo de los acordes de Albert y que éste a su vez arranca en tonos más graves, ambos entregando el nivel de suciedad permitida en las distorsiones, logrando un contraste perfecto junto a Nikolas Fraiture, quien hace del bajo un sonido que entrega la cuota de sensualidad necesaria, no perdiendo fuerza ni dejándose opacar por la rapidez y los golpes perfectos que encontramos en la percusión gracias a Fabrizzio Moretti.
Un toque de vigorosidad juvenil. Es todo esto, que en conjunto a una despreocupada y garraspeada voz de Julian Casablanca, nos hizo amarlos tanto y querer más de ellos.
Con el disco Room On Fire sólo reafirmamos la idolatría, y a pesar de que las críticas no fueron muy favorables para ese álbum, no podemos desmerecer a Reptilia, track que se ha ganado un espacio en muchos setlists personales , además de tributos.
El 2005, año en que nos visitan por primera vez, lanzan el álbum First Impressions of Earth, considerado como un álbum transitorio, ya que luego de seis años nos presentan Angles (2011), donde su madurez musical se ve desplegada en tracks como Machu Picchu y Under The Cover of Darkness, con toques más electrónicos tanto en guitarras como batería, totalmente ad-hoc a la nueva ola de rock que estaba por venir.
Es notorio que su momentánea separación después del First Impression of Earth, revitalizó a cada uno de los integrantes de esta banda y claramente en Come Down Machine siguieron la misma línea que en su disco Angles. Sonidos y ritmos más sintéticos, una mezcla perfecta de los aportes de cada uno de ellos.
Recuerda que las entradas se encuentran a la venta a través de Puntoticket