Queens of the Stone Age “Villains”
Año: 2017
Formato: CD, Vinilo, Digital.
Sello: Matador
Tracklist:
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Feet Don’t Fail Me.
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The Way You Used to Do.
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Domesticated Animals.
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Fortress.
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Head like a Haunted House.
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Un-Reborn Again.
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Hideaway.
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The Evil Has Landed.
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Villains of Circumstance.
Por David Amigo
La movida de tener un productor pop (Mark Ronson) como director en este nuevo trabajo, efectivamente da resultados y QOTSA sigue siendo una banda de rock ruídoso, al contrario de sus amigos Foo Fighters que intentaron la misma movida con resultados penosos. La banda del “Elvis Colorín” que apareció silenciosamente en 1997 con un impecable debut homónimo presenta su séptimo impecable trabajo, que no es otra cosa más que el resultado del crecimiento de la banda, el cual se ve representado notoriamente por sus músicos: La experiencia de Josh Homme como miembro original, la era de transición a través de Troy Van Leeuwen guitarrista fijo desde “Lullabies to Paralyze” (2005) y lo nuevo, con la llegada del experto baterista John Theodore (The Mars Volta). Todo esto bajo la inusual dirección del co-autor del éxito pop “Uptown Funk”, quien junto a la banda consiguen la mezcla perfecta entre melodía, tradición, experimentación y sobretodo equilibrio en un trabajo que es digno de recomendar incluso si nunca antes has escuchado a QOTSA.
Los fans de “Rated R” (2000) y “Songs for the Deaf” (2002) se sorprenderán al encontrarse con nuevas bases rítmicas nunca antes exploradas por la banda. Por ejemplo, “The Evil Has Landed” tiene tintes muy a lo Led Zeppelin. La mayoría de las canciones excede los cinco minutos de duración (con excepción del pegajoso primer single “The Way You Used to Do”) “Head Like a Haunted House”, ofrece ritmos de psychobilly que junto a “Feet Don’t Fail Me” dan ganas de ponerse a bailar con la vestimenta y peinado típicos del rockabilly. “Domesticated Animals” ofrece un ritmo que da para atraer a las masas y luego alejarlas de una buena inesperada patada. “Hideaway” es la balada lounge-rock (¿existe eso?) que ya quisieran haber escrito muchos rockeros en decadencia. “Fortress” aporta el lado más melódico y repetitivo del puñado de canciones que componen el disco. “Villains of Circumstance” cierra el disco con un inesperado trabajo orchestal que nos transporta mentalmente a un cabaret clandestino perdido en alguna ciudad del mundo. “Un-Reborn Again” trae de vuelta parte del sonido característico de la banda pero agregándole un giro bailable que alguna vez tuvo el rock.
En resumen, “Villains” es un disco redondo, de una banda que nunca se ha tomado nada en serio, salvo cuando se trata de hacer música.