LOS TRES + BLUR EN CHILE
06 DE OCTUBRE 2015 | MOVISTAR ARENA
Review: Diego Puebla
Solamente dos años pasaron para una nueva venida de un estandarte del britpop contemporáneo. Desde ese momento en las inmediaciones del Estadio Nacional, a las diez mil personas que acudieron a un Movistar Arena que faltó por llenar en esta última ocasión las oportunidades eran iguales, pero los momentos diversos.
Antes de comenzar con los ingleses, el show soporte venía por parte de la casa. Los Tres, los mismos que deleitaban en los noventas, que con salidas de piezas fundamentales en la alineación y que claramente intentan ejercer las riendas de un camino que se ve difuso con salidas de nuevo material son el presente de ese gigante que nadie quiere que caiga. Una presentación de cuarenta minutos exactamente calcada en el orden de presentación con shows privados e incluso el Lollapalooza anterior, “Torre de Babel” u “Hojas de Té” fueron en un orden irrestricto crean una interrogante hacia el futuro de unos clásicos de nuestro rock, poca “onda” con los presentes y el término de su música creó poca empatía en su presentación más baja vista a lo largo de un par de años. La inyección de nuevas baterías y reformulación es lo que se mantiene como un elemento primordial.
Nueve de la noche en punto y los británicos salían a escena. Recordemos que “TheMagicWhip” es el motivo que los trae nuevamente a nuestro país luego de 12 años sin ver placa nueva en las vitrinas. “GoOut” parte del disco en promoción reventó el coloso que aún faltaba por llenar pero que no importaba debido a lo mostrado de inmediato.
Luces con un fondo esplendoroso acompañaban los temas que con un Damon Albarn enardecido, complementaban un paso por Chile lleno de sentimientos. El primer puñal musical fue “Badhead” parte de “Parklife” de hace veinte años atrás, que con bronces un modus operandi sacado del soul de su proyecto solista nos llevaba a tiempos aquellos donde bastantes cosas eran mejor.
Los gritos ya eran un paisaje que conmovía, donde Damon jugaba de local con una simpatía muy poco británica. Un Alex James que entre sus cigarros y las líneas de bajo mantenían un ritmo frenético impensado al escuchar una placa de la banda seguido de un Graham Coxon protagonista, incombustible y una pieza de oro en la sinergia grupal a casi 26 años del origen.
“Song 2”, “Coffee and TV” o “The Universal” fueron las piezas aclamadas donde nadie quería abandonar su puesto. El impacto de emociones en cada uno de los 23 temas en dos horas de presentación manifestaban el placer por unos que son fundamentales en la vida de distintas generaciones, fueron los encargados de dar una clase maestra de encantar al público en una noche llena de emociones.